El diputado Manuel Díaz Suárez (PAN) a la mera hora “se acobardó, se echó para atrás” y al final sólo las diputadas de Movimiento Ciudadano escucharon a los integrantes de la agrupación “Ciudadanos Hartos”, quienes trabajan a favor del saneamiento y preservación del agua.
En rueda de prensa, Humberto Reyes Montiel, quien estuvo acompañado de José Luis Rivera Paz, informaron que ya sostuvieron una reunión con las dos diputadas de Movimiento Ciudadano, Milagros Romero Bastarrachea y Silvia López Escoffié, para informarles acerca de la gravedad del asunto con el tema del agua.
Dijo que las legisladoras se comprometieron a trabajar en el tema y a realizar un foro con especialistas de la materia para buscar soluciones a los problemas de contaminación que enfrenta Mérida y el interior del Estado.
Sin embargo, comentaron que el diputado del PAN, Manuel Díaz Suárez, cuando hablaron con él en fechas pasadas, se mostró muy entusiasmado y se comprometió a apoyarlos, tanto que incluso ofreció formar parte de la agrupación.
Pero al final todo fue puro cuento porque el legislador del PAN, al que le gusta andar metido en todos los moles y sobre todo cuando se trata de temas de salud, se echó para atrás y no atendió los mensajes ni las llamadas de los miembros de “Ciudadanos Hartos”.
“Se echó para atrás, se acobardó y ni las llamadas ni los mensajes contesta. Y es que le jalaron la correa porque quien tiene la responsabilidad es el gobierno y como son del mismo partido, pues al parecer le jalaron las orejas”, comentó.
Dijo que el Congreso del Estado debería, además de legislar en el tema para proteger le manto freático, asignar un presupuesto para los próximos 15 años, tiempo en el que estimó se podría sanear el agua de Mérida.
“Lo primero –comentó—, sería llevar a cabo un censo para determinar en qué estado se encuentran los sistemas de retención de restos humanos y no humanos, de fosas sépticas, biodigestores, plantas de tratamiento de aguas residuales, humedales artificiales, y para posteriormente saber qué hacer.
“Lo siguiente –comentó— sería trabajar con la tecnología que ya han desarrollado investigadores de la UADY, por ejemplo, para que en las casas se puedan instalar sistemas de tratamiento eficaces”.
Reiteró que Mérida tiene una grave crisis y que está al borde del colapso por la contaminación del agua, lo que traerá consigo graves epidemias si no se aplican acciones urgentes. Dijo que el agua del subsuelo de Mérida está altamente contaminada, con sustancias tóxicas y heces fecales, y debido a que la ciudad no cuenta con un sistema de drenaje, se siguen usando las fosas sépticas o se vierten sustancias tóxicas al subsuelo.
Además, aseguró que el Relleno Sanitario de Mérida es obsoleto y que ni cuenta con la tecnología necesaria, con membranas para contener los lixiviados, por lo que éstos se filtran libremente al subsuelo.
Expuso que Mérida necesita un proyecto que sea transexenal, a 15 años, para llevar a cabo acciones de mitigación y para ello debe contar con recursos etiquetados.
(David Rico)