Síguenos

Yucatán

Cada vez son menos las mujeres que hacen nixtamal

SAN IGNACIO TESIP, comisaría de Mérida.– Cada vez son menos las mujeres de esta comunidad que llevan su nixtamal al molino, pues a las nuevas generaciones no les interesa hacer tortillas a mano.

La señora Adelina Canul Paredes, encargada de uno de los molinos, dijo que es muy poca gente la que llega con nixtamal.

“Acá hay dos molinos, pero no mucha gente viene; hay algunas que siguen torteando, pero la mayoría ya no, en comparación con los tiempos de antes que nadie quería tortillas de máquina y preferían tortear; creo que se está perdiendo esta tradición porque incluso las muchachas de hoy no vienen y anteriormente con su chan palanganita se iban a moler”, dijo.

Reconoció que ella tampoco tortea a diario, sino sólo de vez en cuando o cuando tiene tiempo.

Su abuelita le enseñó

Por su parte, doña Cintia Carolina Tuyuc Maas dijo que su abuelita la enseñó a tortear y que ahora lo hace junto a su suegra Lupita Piña Canul.

Doña Lupita tortea desde hace medio siglo porque desde que era una niña ayudaba a su madre.

“Antes con mi suegra puro tortear hacíamos, diario molía su pozole, ponía su nixtamal, iba a molerlo, nada de máquinas, ella lo lavaba, todo hacía y cocinamos, yo ya iba con mi mamá desde que tenía 10 años y a esa edad ya torteaba”, dijo.

¿Cómo se hace?, preguntamos.

“Tiene su gracia aprender”, responde.

Debajo de un hermoso árbol nuestra entrevistada y su suegra tienen su comal y sus banquitos en los que se sientan a tortear todos los días por las mañanas.

Refirieron que las nuevas generaciones prefieren comprar tortillas de máquina porque las jóvenes estudian o bien trabajan para ayudar al sostenimiento de sus hogares.

Vino de Molas

–Yo no pude más que terminar la primaria, antes no había la misma oportunidad que ahora, pero la secundaria no la seguí porque mi papá tampoco tenía dinero para pagarme los estudios; yo soy de Molas, pero llegué aquí a San Ignacio a los 19 años cuando me casé con mi marido, y ahora con mi suegra nos ponemos a tortear”, indicó, por su parte, doña Cintia.

“Tengo cebollina, epazote, tomate, chile habanero y otros legumbres así como unas matas de plátano pero ahorita que no hay dinero nos completamos con huevitos y chaya, hacemos empanaditas, tengo tres gallinitas que diario ponen y la verdad ahorita está caro el huevo, a 2.50 pesos en la tienda”, concluyó.

(Texto y fotos José Luis Díaz Pérez)

Siguiente noticia

D. Emilio Vera: merecido homenaje a un gran maestro