A bordo de una silla de ruedas, impulsada únicamente por la fuerza de sus brazos y manos, don José Uh se traslada seis kilómetros para acudir a sus terapias de rehabilitación, desde su vivienda en la colonia San José Nahbalam hasta el Centro de Desarrollo Comunitario de Tizimín.
Ante la falta de recursos, pide a las autoridades o a la comunidad que se le apoye con algún vehículo adaptado, para poder desplazarse con mayor facilidad a recibir la atención que podría, en un futuro, ayudarle a recuperar la movilidad de ambas piernas.
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Don José comentó que hace varios años sufrió un desgaste en los cartílagos de las rodillas, lo cual se le complicó por problemas de hipertensión y diabetes, hasta quedar postrado en una silla de ruedas. A raíz de este problema no pudo seguir trabajando como llantero, y su familia lo abandonó, por lo que tuvo que acudir a casa de su madre en la calle 49C entre 28 y 30 de la San José Nahbalam.
Como parte de la atención que recibe para tratar de recuperar la movilidad, acude a terapias en el Centro de Desarrollo Comunitario, pero tiene que desplazarse en su silla de ruedas, a la cual le ha adaptado un toldo y letreros par evitar ser atropellado por vehículos. Con la fuerza de sus brazos se traslada seis kilómetros, en calles peligrosas y con baches.
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Su andar es lento y eso le conlleva muchos riesgos, por lo que pide a las autoridades o a quien pueda apoyarlo, que se le proporcione un vehículo adaptado, además de que mencionó que todavía puede ejercer alguna actividad laboral utilizando sus manos.
Actualmente, para apoyarse de forma económica para sus gastos y terapias, acude al mercado municipal en busca de algunas monedas que la gente quiera proporcionarle, pero insistió en que todavía puede ganarse la vida trabajando, así que está en busca de oportunidades.