En vísperas de la Navidad, una luz de esperanza comienza a iluminar la difícil situación que enfrentan dos adultos mayores y su nieto en la comunidad de Santa Rosa y Anexas en Tizimín, donde un grupo de amigos veteranos ha decidido unir esfuerzos para reunir recursos y dar inicio a la construcción de un cuarto que les permita contar con un espacio digno y seguro, lejos de las inclemencias del clima y del temor constante de ser desalojados del lugar que hoy habitan.
En una edición anterior se dio a conocer el caso de don Ermilo Cano Canché, su esposa Miguelina Chi Ay y su nieto Alfredo Dzul Cano, quienes por años han solicitado apoyo de vivienda a distintas administraciones municipales sin obtener respuesta alguna.
Tras hacerse público este llamado, uno de los representantes del grupo de amigos que realizan labores altruistas, el maestro Mateo Díaz Chablé, se trasladó hasta esta comisaría para dialogar con la familia y llevarles la buena noticia del apoyo que están dispuestos a brindarles.
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De manera inmediata, el maestro entregó una lona para colocarla provisionalmente sobre la vivienda, cuyo techo es de guano y cartones en mal estado, además de víveres para su sostenimiento. Don Ermilo explicó que no puede trabajar, ya que se dedica al cuidado de su nieto Alfredo, quien quedó en silla de ruedas tras una cirugía por un tumor cerebral practicada hace algunos años, además de atender a su esposa, quien también es de edad avanzada.
Aunque los tres reciben una pensión, Ermilo reveló, en lengua maya, que el recurso apenas alcanza para la compra de medicamentos y lo indispensable para subsistir durante el bimestre, en espera del siguiente pago.
El adulto mayor relató que en reiteradas ocasiones acudió al Palacio Municipal, tanto con la actual administración como con las anteriores, sin que ninguna se compadeciera de la situación que vive la familia. El viacrucis comenzó cuando su nieto sufrió un accidente laboral mientras trabajaba como ayudante de albañil, lo que derivó en el tumor cerebral. En ese proceso, la señora Norma Casanova, reconocida por su labor altruista, acompañó a la familia durante meses en sus traslados al Hospital de Alta Especialidad en Mérida, hasta lograr la cirugía.
Durante la recuperación, don Ermilo se vio obligado a empeñar su vivienda y vender su parcela. Posteriormente, su esposa comenzó a perder la vista, lo que los llevó a solicitar más dinero sobre la casa, misma que finalmente fue vendida. A pesar de ello, el comprador les permitió permanecer en el inmueble, el cual se encuentra en deplorables condiciones: cada lluvia significa goteras, encharcamientos y la necesidad de colocar cubetas para evitar que el agua inunde el interior.
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Cansado de falsas promesas y ante la falta de apoyo oficial, don Ermilo acudió a esta casa editorial para solicitar el respaldo de personas de buen corazón que los ayuden a construir una vivienda en un terreno que posee en la comunidad.
Al conocer el caso, el maestro Díaz Chablé dialogó con sus amigos, quienes se comprometieron a edificar un cuarto para que estos abuelitos y su nieto dejen atrás las penurias que han marcado su vida. No obstante, aún se requieren donaciones de puertas, ventanas, un inodoro (preferentemente para personas con discapacidad), la perforación de un sumidero, así como un colchón, cobertores, pañales desechables para adulto, ropa y víveres, ya que el que utiliza Alfredo se encuentra en condiciones insalubres.
Las personas interesadas en apoyar pueden llevar directamente sus donaciones con don Ermilo en la comunidad de Santa Rosa y Anexas.