El Consejo Comunitario de Defensa del Territorio Maya de Ixil denunció que el proyecto inmobiliario Cedrón sigue operando en la zona a pesar de que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) suspendió sus actividades en el 2023.
Con presunto desacato a órdenes federales de suspensión, la empresa habría devastado cientos de hectáreas, señalaron representantes comunitarios.
Afirmaron que tanto la Profepa como la Semarnat “sólo colocan sellos de clausura”, pero no verifican el cumplimiento real de las medidas, lo que permitió que la compañía continuara trabajando sin consecuencias inmediatas.
En el sitio, de acuerdo con la publicidad de Grupo Fiat y de Ecopsa Desarrollos –que promueven el proyecto–, se pretende construir un desarrollo en 68 hectáreas, en cuatro etapas que tendrán dos privadas cada una. El proyecto tiene espacio de más 1,000 lotes residenciales, cuyo tamaño va desde 160 m² hasta 572 m². Se ubica a pocos minutos de Ixil.
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La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) impuso la clausura el 28 de noviembre del 2023, después de la denuncia por daños al territorio ancestral y medio ambiente.
Daños por lago en ciernes
Emanuel Chan, integrante del Consejo Comunitario, relató a POR ESTO! que el pasado 19 de noviembre la empresa realizó fuertes detonaciones en el área donde proyecta construir un lago artificial. Las explosiones, dijo, hicieron temblar viviendas de Ixil y de comunidades vecinas, pese a que el proyecto permanece bajo supuesta prohibición.
Las detonaciones –registradas en al menos tres ocasiones durante el día– incrementaron su potencia y provocaron daños estructurales, menores pero irreversibles, en casas de familias de escasos recursos. Además, la comunidad reporta pérdida de áreas destinadas a actividades agropecuarias como ganadería, agricultura y apicultura.
El Consejo tuvo conocimiento, el 25 de noviembre, de un presunto documento en el que la Profepa reconoce que Cedrón continuó las obras tras la clausura oficial del proyecto. Según dicha información, las autoridades se limitaron a imponer multas sin exigir la restauración de los daños, y habrían abierto la posibilidad de que la empresa trámite nuevos permisos para reactivar las obras.
Sólo multas
“La Profepa admite que Cedrón devastó el medio ambiente de forma ilegal, pero sólo les aplicaron multas y la empresa sigue trabajando. El acuerdo de cierre de la investigación está fechado el 18 de noviembre, aunque nos lo notificaron después. No tomaron acciones legales por las violaciones, y el 19 de noviembre, un día después del acuerdo, realizaron las detonaciones. Queremos que esto no quede en una multa: que los responsables paguen y restauren los daños. Si quienes están en la institución no pueden cumplir, que renuncien o que el gobierno los sustituya”, concluyó Emanuel Chan.
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Ixil está ubicado aproximadamente 45 kilómetros al noreste de Mérida, donde acusan que el proyecto inmobiliario ya ha vendido casi todos los lotes de la primera etapa, que “cuenta con un total de 490 lotes residenciales que van desde los 160 m2 hasta los 572 m2”.
No es el único
Pobladores del municipio indicaron que el megaproyecto Cedrón no es el único que está afectando negativamente a Ixil; acusan que las familias Abimerhi y Millet pretenden apropiarse de 350 hectáreas al norte de la comunidad, en un área distinta al megaproyecto Cedrón, el cual se ubica al oriente de Ixil.
A través de un comunicado, la comunidad de Ixil denunció la malversación de recursos públicos estatales en beneficio del intento de estas dos familias de apropiarse de estas tierras.