Sin anuncios oficiales ni justificación pública, los precios de refrescos y botanas en Yucatán han registrado incrementos de hasta cuatro pesos por unidad en las últimas semanas, lo que ha reducido drásticamente las ganancias de los pequeños comercios en el estado, denunció Luis Contreras Ramírez, presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope).
“El alza no fue de golpe, pero ha sido constante y silenciosa. Refrescos y botanas están subiendo poco a poco, y eso ha hecho que nuestros márgenes se reduzcan a la mitad. Antes ganábamos hasta un 20 por ciento, ahora apenas si llegamos al 10 por ciento”, afirmó el líder empresarial.
Contreras explicó que el aumento, impulsado por los proveedores, no ha venido acompañado de ajustes que permitan conservar el margen de utilidad de los puntos de venta. Además, señaló que los comerciantes detectan las alzas solo al revisar inventarios o hacer arqueos de caja, sin que medie aviso alguno.
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“Cada incremento es una pérdida para nosotros, y encima hay que mantener encendidos los refrigeradores, lo que representa un gasto fuerte en electricidad. No hay forma de sostenerse así por mucho tiempo”, advirtió.
Además de los refrescos, los precios de botanas también han subido entre 10 y 12 por ciento, lo que ha obligado a muchos negocios a reducir su inventario o modificar sus estrategias de venta.
En contraste, Canacope informó que algunos productos de la canasta básica han mostrado estabilidad o incluso bajas. Es el caso del frijol, el azúcar y algunas verduras. El huevo, que llegó a subir hasta 20 por ciento a principios de año, ha mantenido precios más estables en los últimos meses, mientras que productos como la cebolla y el tomate también han mostrado una disminución temporal gracias a una mayor oferta local.
Sin embargo, el problema no radica en los alimentos frescos, sino en los productos de alto consumo, como refrescos y botanas, que se han convertido en un desafío para los pequeños comercios.
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“La política de algunas grandes empresas es abusiva: nos exigen mantener los refrigeradores llenos y los exhibidores surtidos, pero no nos dejan margen para operar con ganancias. Así, muchos negocios podrían estarse descapitalizando lentamente”, lamentó Contreras.
El presidente de Canacope hizo un llamado a las autoridades y a los proveedores a monitorear estas prácticas de aumentos encubiertos, ya que —dijo— los pequeños establecimientos “son el último eslabón de la cadena comercial, pero el primero en pagar las consecuencias”.
