Durante el primer trimestre de 2025, Yucatán recibió 107.702 millones de dólares (mdd) en remesas, de acuerdo con el más reciente reporte del Banco de México (Banxico), una cifra menor a los 113.26 mdd que ingresaron al estado en el último trimestre de 2024.
Sin embargo, Yucatán se mantuvo como la entidad con mayor captación de remesas en la región peninsular, muy por arriba de Quintana Roo, que registró 84.74 millones, y a Campeche, con 39.66 millones de dólares.
La capital yucateca, Mérida, se posicionó nuevamente como el municipio con mayores ingresos por este concepto, al recibir 35.31 mdd, aun cuando esta cifra representó una ligera baja respecto al trimestre anterior, cuando llegaron 36.09 millones. En segundo lugar se ubicó Oxkutzcab, con 22.09 mdd, también con una leve reducción respecto a los 22.63 mdd del trimestre anterior. Le siguieron Tekax, que recibió 13.77 mdd (por debajo de los 14.59 del último periodo de 2024), y Ticul, con 8.4 mdd, frente a los 8.7 anteriores. En conjunto, estos cuatro municipios concentraron más de 79 mdd, es decir, el 74 por ciento del total ingresado al estado por remesas en este primer trimestre.
Otros municipios con cifras relevantes fueron Peto, que acumuló 5.25 mdd; Hunucmá con 2.20 mdd; Cenotillo con 2.19 mdd; Buctzotz con 2.16 mdd; y Teabo, que reportó 2 mdd. Más abajo en la lista se encuentran Valladolid con 1.76 mdd, Progreso con 1.71 mdd, Motul con 1.7 mdd, Muna con 1.67 mdd, Tizimín con 1.22 mdd y Tzucacab con 1.11 mdd. El resto de los municipios yucatecos registraron ingresos por debajo del millón de dólares.
Crecimiento en adversidad
A pesar de la ligera caída trimestral, Yucatán logró un crecimiento del 3.1 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando ingresaron 104.4 millones de dólares. Esto contrasta con el comportamiento regional, donde Quintana Roo presentó una baja de más del 10 por ciento en su captación, mientras que Campeche un incremento de alrededor del 10 por ciento.
Este comportamiento se da en un contexto internacional complejo, marcado por el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y la implementación de medidas más severas en materia de migración. Además, se aplicarán nuevas políticas fiscales que podrían afectar directamente el envío de remesas, incluyendo la imposición de impuestos a las transferencias internacionales que hacen los migrantes a sus familias en México.
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Especialistas advierten que, aunque por ahora las cifras no muestran caídas alarmantes, el impacto de estas medidas podría sentirse en los próximos trimestres. Las remesas representan una fuente fundamental de ingreso para miles de familias yucatecas, especialmente en municipios del sur y oriente del estado, donde las oportunidades económicas son más limitadas.
En este escenario, autoridades estatales y municipales enfrentan el reto de diseñar estrategias que reduzcan la dependencia de estos recursos externos. Algunos expertos proponen fortalecer el empleo local, impulsar proyectos productivos y mejorar el acceso a servicios financieros como medidas clave para mitigar el impacto de una eventual disminución en los flujos de remesas.
Mientras tanto, Yucatán sigue destacándose a nivel regional por su alta recepción de remesas, pero lo hace con una señal de advertencia: el entorno internacional cambiante podría poner a prueba la estabilidad de este ingreso en los meses por venir.
