
El cielo se iluminó con fuegos artificiales y voladores para marcar el comienzo de una de sus celebraciones más emblemáticas: la tradicional vaquería en honor al patrono San Buenaventura.
En una velada colmada de música, baile, color y fervor popular, los habitantes y visitantes se congregaron frente al Palacio Municipal para dar comienzo a esta festividad que enaltece las raíces culturales del pueblo.
La noche fue inaugurada con las vibrantes notas de las orquestas jaraneras de Arturo González y Miguel Collí, dos pilares de la música regional que llenaron el ambiente de Aires Yucatecos con compases de jaranas de 3x4 y 6x8, acompañando a los numerosos grupos de baile.
Participaron agrupaciones provenientes de Hoctún, Huhí, Sanahcat, Mérida, Kanasín, Chumayel, y otras localidades cercanas, sumando también el talento del grupo de Anet Cervera, exembajadora del año anterior, y el grupo La Guadalupana, representado por Nancy Rivero.
Los bailarines ocuparon el estrado frente al Palacio Municipal, luciendo trajes típicos y zapateando al ritmo de la jarana, una expresión artística que es símbolo de identidad y orgullo yucateco. Uno de los momentos más emotivos de la velada fue la coronación de la nueva embajadora Marifer Jesús Garrido Cetzal.
“Estas tierras de cenotes, vasta cultura maya y municipio multicolor, les da la más cordial bienvenida. Iniciamos la fiesta de mi pueblo, que venero por su esencia y guardo en mi corazón. Los invito a disfrutar de nuestras riquezas naturales”, expresó.
Luego de su intervención, se llevó a cabo la procesión de la imagen patronal que fue traída desde la iglesia, donde previamente se celebró una misa a las 21:00 horas. La espiritualidad del acto contrastó con el júbilo posterior cuando, en punto de la medianoche, las trompetas y timbales de la orquesta de Arturo González anunciaron el inicio formal de la vaquería.
Durante la tanda de la orquesta de Miguel Collí, una jarana fue dedicada especialmente a la bailadora local Nancy Rivero, quien, acompañada por tres bastoneros, protagonizó una escena llena de energía, orgullo y pasión regional, deleitando al público con su destreza y carisma.