
La Sección de Conservación y Restauración del Centro INAH Yucatán, en colaboración con el Departamento de Museografía y Montaje del Museo Palacio Cantón, atendió el llamado de los custodios de la zona arqueológica de Aké, ubicada en Tixkokob, para realizar el levantamiento de una estela colapsada debido a las inclemencias del tiempo.
El equipo de especialistas realizó microexcavación en su base para localizar posibles vestigios rituales, además de llevar a cabo el montaje, resane y reintegración cromática en fragmentos unidos, empleando materiales originales como cal y pigmentos minerales. Estas tareas fueron fundamentales para garantizar la preservación y el entendimiento del patrimonio maya.
Con ello se reafirmó el compromiso de conservar la historia de Aké, asegurando que futuras generaciones puedan seguir admirando este legado cultural.
La zona arqueológica de Aké está abierta toda la semana, de 8:00 a 17:00 horas, con entrada general de 75 pesos y gratuita para residentes nacionales los domingos.
Este enclave, con una trayectoria desde el Preclásico Tardío hasta el Posclásico (300 a.C.–1450 d.C.), destaca por su sistema urbano conformado por sacbe’ob (caminos mayas elevados) que lo conectaban con la Ciudad de las Tres Culturas, a casi 32 kilómetros de distancia.
La ciudad estuvo delimitada por murallas concéntricas, que separaban el área ceremonial del sector habitacional.
En el corazón del complejo se encuentra la Estructura 1 o De Las Pilastras, una edificación hipóstila con numerosas columnas cuadradas, posiblemente con uno de los techos más imponentes de su época.
Además, parte del conjunto prehispánico se integra al entorno de la Hacienda San Lorenzo de Aké, donde converge la historia arqueológica con la tradición henequenera, conformando un paisaje cultural emblemático de la Península de Yucatán.