
A pocos kilómetros de las instalaciones de Pemex en Progreso fue descubierta ayer una toma clandestina en los ductos de la paraestatal, así como un presunto almacén de huachicol, en el polígono industrial que se encuentra en la carretera que va del puerto hacia Mérida, cerca de la comisaría de Flamboyanes.
De inmediato intervinieron las autoridades federales, que procedieron a la revisión del lugar y a la clausura del mismo, sin que se haya emitido un reporte oficial de esta acción que generó un amplio movimiento de elementos de la Guardia Nacional, Ejército y Marina, además de que se contó con el apoyo de agentes de la SSP.
Dicha toma clandestina ordeñaba los ductos de Pemex que se encuentran en las cercanías, y se había construido una serie de bodegas e instalaciones para, presuntamente, almacenar todo el producto que se obtenía de manera ilegal.
Por ello, personal de la Fiscalía General de la República, con el apoyo de la fuerza pública, llevó a cabo un operativo para desmantelar el lugar, procediendo luego a su clausura, para que se dejara de sustraer combustible de manera irregular.
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Durante la acción, el personal de seguridad se desplegó por toda la zona, mencionándose de forma extraoficial que hubo algunas personas detenidas, y además se habría asegurado una camioneta con placas del Estado de México, la cual se encontraba en esas instalaciones.
El huachicoleo es una actividad que en Progreso se ha vuelto regular, ya que grupos de personas, aprovechando el paso de los ductos de Pemex, en varias ocasiones han establecido tomas clandestinas.
Los casos más recordados fueron los de dos predios ubicados en la calle 38 del Centro de Progreso, que fueron desmantelados hace unos años, en donde incluso hubo personas fallecidas.
Hubo otro sobre la vía Mérida-Progreso, a la altura de la comisaría Paraíso, en donde una toma clandestina causó un incendio que cobró la vida de algunas personas.