La Feria de la Pirotecnia, ubicada en el km 12 de la vía Mérida-Motul, no es sólo un escaparate de luces, sonidos y colores, sino que emplea a unas 18 familias del 1 de septiembre al 31 de diciembre, temporada ideal, donde instituciones gubernamentales, privadas y particulares acuden para adquirir espectáculos pirotécnicos que ofrecen en las fiestas patrias, Día de Muertos y por supuesto, en los festejos de Navidad y Año Nuevo.
Jesús de la Cruz, encargado de la tienda tres de la feria, reveló que el establecimiento a su cargo más los otros tres, ofrece gran variedad de luces, que van desde las más sencillas para niños – con la supervisión siempre de un adulto– hasta espectáculos de luz y sonido que se elevan 30 metros en promedio, y al estallar suelen ser muy vistosos en las alturas.
Agregó que las últimas semanas del año se vuelen muy intensas, porque miles de personas acuden todos los días para surtirse de fuegos pirotécnicos.
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Asimismo, Jesús dijo que normalmente venden pirotecnia al por menor; sin embargo, hay personas que acuden a comprar para revender, pero este lugar no es proveeduría para pequeños comerciantes.
Además, aseguró que, por persona, solamente se permite comprar 10 kilos, pero han detectado gente que acude más de una vez a la semana.
De la Cruz aseguró que este lugar solamente abre los últimos cuatro meses del año, que se consideran los más activos en el consumo de pirotecnia.
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Por último, el comerciante aseguró que en la Feria de la Pirotecnia tienen con todos los permisos de la Secretaría de la Defensa y de Protección Civil, que son los encargados de regular la producción y comercialización de explosivos y que obligan al establecimiento a tener señaléticas de advertencia para no fumar, no prender fuego cerca del sitio y mantener cerca bidones de agua, arena y polvo, extintores y otras herramientas que pueden ser funcionales en caso de un accidente, esto para asegurar la integridad y la vida los empleados y de los asistentes, que incluso a veces acuden con menores.
