
Ante el riesgo de caída que representaba un roble inclinado en la Avenida Pérez Ponce, el Ayuntamiento de Mérida inició el retiro del ejemplar para garantizar la seguridad de peatones, automovilistas y vecinos de la concurrida zona.
La temporada de lluvias incrementaba el peligro, ya que el árbol se encontraba prácticamente desprendido de raíz y no tenía posibilidades de sobrevivir a un trasplante.
Tras un diagnóstico realizado por la Unidad de Medio Ambiente y Bienestar Animal, cuadrillas de la Dirección de Servicios Públicos comenzaron con la tala controlada del ejemplar.
De acuerdo con las autoridades, la extracción del tocón tomará varios días, pues su tamaño es hasta 10 veces mayor que el tronco y se encuentra enterrado. Una vez concluidos los trabajos, se procederá a la plantación de un nuevo árbol más adecuado para la zona, el cual contará con una poceta que favorecerá su correcto desarrollo.