Ayer jueves, en horas de la madrugada se derrumbó el techo de una habitación del predio número 437-B de la calle 63 entre 44 y 46 del Centro de la ciudad.
El abandono, la humedad y la negligencia de los propietarios del predio, que está abandonado desde hace 40 años, ocasionó que el techo del primer cuarto colapsara y causó afectaciones al predio aledaño.
El señor José Rafael Herrera Suárez, propietario del predio contiguo, marcado con el número 437-E, manifestó que en múltiples ocasiones ha acudido a las autoridades, avisó de la situación a través de Ayuntatel y al Ayuntamiento de Mérida, informando que el predio estaba abandonado, la parte trasera está llena de maleza y es un criadero de moscos y alimañas, asimismo notificó del mal estado en que se encuentra el inmueble y esperaba que se colapsara el techo.
Agregó que cuando se desplomó el techo marcó el número de emergencias 911, informando de la situación y le indicaron que mandarían una patrulla y canalizarían la llamada a Protección Civil, poco después llegó una unidad de la Secretaría de Seguridad Pública y el señor Herrera Suárez les mostró a los policías la columna y la trabe que resultaron afectados y que colindan con su predio.
Señaló que la columna puede colapsar y caer sobre la banqueta y lesionar a algún transeúnte, agregó que los policías le indicaron que no tocara nada, que acudían los representantes de Protección Civil y ellos tomarían las medidas necesarias para evitar un lamentable accidente.
Posteriormente llegó un trabajador del Ayuntamiento y también le indicó que a quien le corresponde es a Protección Civil, pero nadie le indica quién se encargará de la reparación de las afectaciones a su propiedad, ya entraba la tarde y los funcionarios de Protección Civil Municipal o Estatal, ni sus luces.
(Fernando Poó Hurtado)