Ayer jueves por la mañana presenciamos cómo los tripulantes de la patrulla 6241 de la Secretaría de Seguridad Pública detenían a un sujeto a la altura del kilómetro 47+500 del arroyo exterior del Anillo Periférico, pero cuando nos acercamos para indagar el motivo de la detención los uniformados abordaron la unidad rápidamente y arrancaron a toda velocidad, como si estuvieran haciendo algo indebido.
Ante el comportamiento de los policías decidimos seguirlos para entrevistarlos, pero la patrulla enfiló hacia la carretera a Campeche.
Resulta que el detenido es uno de los indigentes que recorren la vía rápida en busca de botellas y cacharros, pero se metió a descansar al patio de una empresa de mensajería.
Los empleados del negocio sacaron al pepenador, pero se hicieron de palabras y para evitarse mayores problemas llamaron a la policía, los uniformados calmaron los ánimos, pero el indigente se alteró e intentó agredir a los agentes, que tuvieron que someterlo, colocarle las esposas y treparlo a la patrulla para evitar que por el afán de escapar corriera hacia los carriles de circulación de la vía rápida con el riesgo de ser atropellado.
Quedó claro que no fue un arresto sino un servicio social.
(Fernando Poó Hurtado)