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Campeche

Recuerdan a carpinteros de ribera

CHAMPOTON, Campeche.- En agosto de 1994, con el fallecimiento de don Carlos Paredes Ayala culminó una etapa de prosperidad económica para muchas familias locales que por años dependieron de la construcción de barcos y cayucos, el prestigio de Champotón a nivel nacional como tierra de excelentes carpinteros de ribera perdura hasta nuestros días gracias a la labor del llamado “Capitán Mantarraya”.

Para el cronista de la ciudad, Tomás Arnábar Gunam, el prestigio de Champotón como lugar donde se construían los mejores cayucos y barcos en la Península se debe en gran medida al profesionalismo, entrega y dedicación de don Carlos Paredes Ayala.

Recordó que la época dorada de la construcción de barcos camaroneros, cayucos y hasta las denominadas embarcaciones “huachinangueras” se vivió gracias a don Carlos Paredes Ayala, los hermanos Manuel y Ramón Pérez Torres, Manuel Silva Núñez, Candelario Campos, Loreto Verdejo, Francisco Montalvo, Nicolás Cosgalla, Ramón Canché y Arcángel Campos, entre otros.

Agregó que del astillero en esta ciudad del maestro Paredes ubicado del otro lado del río, en Paraíso, llegaban armadores de todo el Sureste e incluso de otras partes del país demandando todo tipo de embarcaciones.

“Para la década de los años setenta, el prestigio de Champotón como tierra de los mejores carpinteros de ribera era ya ampliamente conocida y los inicios de muchas flotas en la Entidad aquí tuvieron su origen”, precisó.

Agregó que la grandeza de Champotón y sus carpinteros de ribera se entiende sólo después de valorar que lo mismo se construía un cayuco que un barco camaronero, como el “Tiburón”, de 55 pies de eslora, 17 pies 6 pulgadas de manga y con puntal centro bajo cubierta de seis pies.

Este fue construido para los hermanos Eleuterio y Roberto Bolívar Cetina, su botadura al mar se convirtió en un acontecimiento en aquella época, recordó.

Arnábar Gunam precisó que al diversificarse el uso de la fibra de vidrio, el auge de la construcción de cayucos comenzó a decaer, sin embargo, quedaron para la posteridad el “Recuerdo”, de don Manuel Silva Ucán; el “Oscar”, de don Gregorio Vela; el “Mary”, de don Eduardo Calderón; “El Turista”, propiedad del doctor Wílberth Escalante Escalante y don Guadalupe Sandoval Cardeñas, entre muchos otros.

(Texto: Alejandro Landeros /

Fotos: Cortesía)

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