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Campeche

Estigma de corrupción pesa sobre Amado Yáñez Osuna

Pese a que el polémico empresario Amado Yáñez Osuna pretende sumarse a la Cuarta Transformación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, y al combate a la corrupción, señalando a ex funcionarios peñistas como responsables de la debacle de Oceanografía y el despido de miles de trabajadores -quienes por parte de él únicamente han recibido amenazas de muerte, agresiones y desprecios- , sus nexos con los Gobiernos Federales panistas de Vicente Fox Quesada, a través de los hermanos Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún (hijos de Martha Sahagún), y luego con el Espurio Felipe Calderón, a través del difunto Juan Camilo Mouriño Terrazo, revelan su implicación en la descomposición del sistema político mexicano que se busca erradicar.

Además, las relaciones de amistad e intereses económicos que forjó Amado Yáñez durante la “Docena Trágica” del panismo, en los sexenios 2000-2006 y 2006-2012, cuentan con un personaje clave, el entonces Senador y luego diputado federal priísta Alejandro Moreno Cárdenas; gracias a la intermediación del hoy Gobernador campechano, Oceanografía S.A. (OSA) ha contado con el respaldo de funcionarios estatales para entorpecer la obtención de justicia a más de 5 mil trabajadores afectados por las presuntas prácticas defraudadoras del empresario.

Favores “gachupines”

Tal como POR ESTO! publicó en la edición del lunes, la empresa de Amado Yáñez se benefició como nunca durante el sexenio foxista, pasando de estar prácticamente en quiebra a principios del milenio, a ser una de las más importantes contratistas de Petróleos Mexicanos (PEMEX); en dicha transfiguración está documentada la mano de los hermanos Bribiesca, hijos de la ex primera dama Martha Sahagún, identificados como los principales cabilderos de empresas con la ex paraestatal en esos años.

En aquel sexenio surgieron las primeras sospechas de irregularidades, sobre todo a partir del 2004, luego de gestiones realizadas por Amado Yáñez con el entonces secretario de Energía, Felipe Calderón Hinojosa, y sus dos principales colaboradores, el español naturalizado mexicano, Juan Camilo Mouriño Terrazo, y el abogado panista César Nava, quien del 2001 al 2002 también fungió como director jurídico de Petróleos Mexicanos.

De dichas gestiones se fraguaron varios millonarios contratos, para los cuales Yáñez Osuna habría presentado sus primeras facturas apócrifas para obtener créditos con el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), los que usó como garantía de su solvencia ante la petrolera.

No obstante, hacia el inicio del Gobierno Espurio de Calderón, la polémica con los Bribiesca estaba en su punto más álgido y Oceanografía en medio del ojo público; al quite salió el recién nombrado jefe de la Oficina de Presidencia, Juan Camilo Mouriño, quien se encargó no sólo de apaciguar las aguas, sino tomó las riendas de sus gestiones ya labradas con Amado Yáñez Osuna.

Hacia 2008, Mouriño Terrazo fue nombrado secretario de Gobernación, cargo que ostentaría apenas unos meses hasta su sospechosa muerte en un accidente aéreo; sin embargo, la red de complicidades siguió su curso, había elegido a uno de sus hombres clave para intervenir en la política campechana, el hoy inhabilitado sin mayor castigo por sus prácticas fraudulentas, el panista Mario Alberto Avila, quien perdió la elección a la gubernatura un año después.

Mario Alberto Avila se convertiría a la postre en subdirector de Servicios Marítimos de PEMEX, con quien Amado Yáñez Osuna continuó siendo beneficiado con los jugosos contratos de la petrolera entre 2010 y 2012; Alberto Avila fue cesado ya con el ex Presidente Enrique Peña Nieto, también se le investigó y castigó con su inhabilitación, aunque para la opinión pública su “castigo” resultó más una burla ante el grave desfalco a la Nación.

El “Octavo Pasajero”

La muerte de Juan Camilo Mouriño cambió las cosas no sólo para Yáñez Osuna, quien pese al fallecimiento de su amigo y principal contacto con el poder calderonista siguió disfrutando las mieles de los contratos; las perspectivas también cambiaron para “Alito”, quien ese entonces era Senador de la República.

Diversas columnas políticas que datan de aquellos tiempos retratan la cercanía de Alejandro Moreno Cárdenas con Juan Camilo, con quien incluso se dice tenía pactada su postulación a la Gubernatura de Campeche en la elección del 2009, a la que presuntamente le habría dado vía libre el panismo por la intervención del entonces secretario de Gobernación.

El accidente en avioneta arruinó sus planes, medios nacionales detallan el encuentro de Alejandro Moreno con un entonces coordinador de su bancada, Manlio Fabio Beltrones, a quien le reclamó no haberlo recibido para proponerle su eventual candidatura; el veterano priísta recriminó su cercanía y pactos con el panismo, revirándole: “Alito, tú fuiste el octavo pasajero de ese avión”. La postulación se la arrebató Fernando Ortega Bernés, de donde radicaría la animadversión del hoy Gobernador de las promesas y maquetas por el ex Mandatario campechano conocido como “Purux”.

No obstante, la pérdida de su primera candidatura gubernamental trajo otros beneficios para Moreno Cárdenas, un acercamiento con la propia Oceanografía de Amado Yáñez y con Mario Alberto Avila, relaciones con las que impulsó su postulación a diputado federal en el 2012, prometiendo beneficios a diversos empresarios a cambio de financiamiento.

Al estallar el escándalo en el sexenio de Enrique Peña Nieto, el entonces diputado “Alito” cabildeó tanto a favor de Alberto Avila como de Yáñez Osuna, reconociendo posteriormente el priísta encuentros con el empresario petrolero y ex reo, quien hoy se desgarra las vestiduras por la corrupción peñista e intenta congratularse con el nuevo Gobierno Federal.

(Texto: Redacción / POR ESTO! / Fotos: Especial)

 

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