José Antonio Ruz Hernández, rector de la Universidad Autónoma del Carmen (Unacar), mantiene vehículos viejos pudriéndose en las áreas verdes del Campus III, a la vista de todos, contaminando y destruyendo el ecosistema.
POR ESTO! documentó con fotografías como Ruz Hernández, en total impunidad contamina el medio ambiente con basura y chatarra tóxica con el logotipo de la institución.
Esto no es nuevo, desde el año pasado esta Casa Editorial exhibió la infracción ambiental pero el rector, protegido por el Gobierno del Estado priísta, no fue llamado a dar cuentas por no remover la chatarra.
En las imágenes se puede distinguir perfectamente vehículos que se pudren entre los árboles a un costado de los edificios de Ciencias de la Salud e Ingenierías.
Acorde a datos de ambientalistas, los vehículos degradándose podrían dejar ir al suelo aceites que destruyen la vida vegetal; sin embargo, ninguna autoridad hizo nada desde que se hizo la primera publicación el año pasado.
Se supone que la Unacar debe contar con permisos estatales en el manejo de residuos especiales y federales para los que son peligrosos, aunque ningún permiso le permite tener la basura como está ahora en el Campus III.
A la fecha autoridades como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnatcam) o la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no han intervenido.
La impunidad en la que la institución prevalece gracias al servilismo de Ruz Hernández al Partido Revolucionario Institucional (PRI), la dejó indefensa al saqueo indiscriminado.
Dispendio
Desde que tomó el poder en 2013, Ruz Hernández ha gastado entre uno y tres millones anuales en publicidad con el consentimiento del Consejo Universitario incapaz de oponerse por temor a perder sus privilegios y jugosos salarios.
Con los millonarios recursos de la Unacar que Ruz Hernández ha gastado en medios de comunicación para que le publiquen boletines de prensa, podría haber construido bajo la Norma 083 un contenedor de residuos sólidos para almacenar la chatarra y otros desechos.
Desde 2016, Ruz Hernández autorizó el gastó de casi 20 millones de pesos en vigilancia privada precisamente en los edificios del Campus III, donde un vigilante casi muere protegiendo un cajero automático este año.
(Texto y fotos: POR ESTO!)