
Como es costumbre de cada año, miles de ciudadanos se reunieron en el corazón del Centro Histórico para realizar el recorrido de la “Caminata Campechana”, la cual se desfila en conmemoración al aniversario de la fundación de la Villa de San Francisco de Campeche el 4 de octubre de 1540, y celebra 485 años llenos de historia, cultura y tradición.
Entre encajes y telas coloridas, rodeados de música y alegría, las calles del centro capitalino se llenaron con una multitud fragante y entusiasta de ciudadanos dispuestos a conmemorar el origen de sus raíces con una preciosa caminata que dio inicio sobre la conocida calle 59, y concluyó con su llegada al Parque Principal.
A pesar de ligeros inconvenientes durante su desenlace, como la caída de una ligera llovizna acompañada de relámpagos, o fallas en el alumbrado público, posiblemente derivado de las condiciones climáticas, que privaron de luz algunas zonas casi al final del recorrido, dejando a los desfilantes bailando a oscuras, el entusiasmo y la diversión no abandonaron el lugar ni un segundo.
Durante el trayecto, se podía escuchar el zapateo de los bailarines que deleitaron a todos los presentes al ritmo de piezas típicas como “La Guaranducha”, “Pichito Amoroso” o “La Malagueña”, quienes con grandes sonrisas contagiaban el ambiente festivo entre todos los asistentes.

El recorrido fue encabezado por el tradicional tranvía “El San Romanero”, así mismo, acudieron autoridades y dependencias acompañadas de academias de danza, escuelas y expositores que con gran emoción se integraron al ritmo de la jarana.
Parte del público se mantuvo siguiendo los pasos del recorrido desde su inicio hasta su final, mientras que otros simplemente se encontraban en puntos fijos de los diversos restaurantes de la calle disfrutando del coloquial espectáculo mientras degustaban algún manjar que les ofrecieran.
Luego de su llegada al Parque Principal, el cual se encontraba completamente oscuro, y donde esperaban más espectadores, disolvieron la línea del desfile procediendo a dispersarse con la audiencia, para dar continuidad al programa según lo que permitieran los imprevistos externos.