Campeche

“Tengan cuidado en el Ko’ox”: campechana vive momentos de terror y su relato se vuelve viral

Una pasajera del sistema Ko’ox en Campeche narró en redes una historia que pasó de un simple favor a un momento de terror, cuando fue acusada de robo por una desconocida.

Una usuaria del Ko’ox relató una experiencia surrealista que terminó siendo un sueño, pero refleja tensiones reales en el transporte.
Una usuaria del Ko’ox relató una experiencia surrealista que terminó siendo un sueño, pero refleja tensiones reales en el transporte. / Por Esto!

Lo que parecía un viaje común en el sistema de transporte Ko’ox terminó convirtiéndose en una experiencia angustiante para una usuaria que fue falsamente acusada de robo durante su trayecto. Todo comenzó cuando Karla Moo, usuaria del Ko’ox, abordó una unidad en el área del mercado, como cualquier ciudadana con ganas de llegar viva y sin sobresaltos a su destino.

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La unidad iba llena, como es costumbre en horas pico, cuando una señora con voz dulce y mirada de abuelita confiable, le pidió que le sostuviera la cartera “solo un momento”. Karla, en un acto de buena fe y reflejo comunitario, aceptó. Grave error.

Un minuto después, la cartera estaba abierta y manoseada, y Karla, con el valor que solo da el civismo, le avisó a la dueña. Pero la señora se transformó: “La doña se alteró bien gacho y empezó a gritar que la cartera no estaba abierta y que según yo se la había abierto”, relató Karla. De pronto, todos los pasajeros la miraban como si fuera la villana de la ruta.

La señora, en modo detective, tomó la cartera de sus manos y empezó a buscar, gritando que le faltaban $2,000 pesos. “No mamms, qué pedo”, pensó Karla. La tensión subió tanto que pidió al chofer detenerse donde había una patrulla: “Sí me van a acusar, que de una vez me lleven”, dijo, con la dignidad de quien solo traía 25 pesos del cambio de una torta de Sergio’s.

Los policías revisaron su billetera, confirmaron que no había ni para un refresco, y luego inspeccionaron la cartera de la señora. Ahí estaban los $2,000 pesos, escondidos entre papeles que parecían recibos de todas las quincenas del año. La señora lloró, pidió disculpas y llamó a su esposo, quien llegó en una camionetota de lujo que hizo pensar a Karla que quizá era narco, porque “ni sé por qué esa vieja andaba en el camión”.

El esposo, con gesto generoso, sacó un fajo de billetes y le ofreció $5,000 pesos como recompensa por el mal rato. Karla, aún con el orgullo herido, solo pidió que le devolvieran lo de su torta. Y justo cuando iba a recibir el dinero, ocurrió lo inesperado: despertó.

Todo fue parte de un sueño que Karla narró después con humor y sorpresa. Pero como toda buena historia viral, dejó moraleja: “Tengan cuidado cuando una señora les pida que le sostengan la cartera en los nuevos autobuses…”

Ko’ox: entre transbordos, filas y frustración

Lo cierto es que, desde su entrada en funciones el 29 de octubre, el sistema Ko’ox ha generado más que conversación: ha provocado enojo, confusión y bloqueos viales. Usuarios han calificado el servicio como un “desmadre”, criticando la falta de información, la necesidad de hacer hasta tres transbordos para llegar a sus destinos y la ausencia de paraderos adecuados, especialmente en días de lluvia.

Usuarios denuncian tiempos de traslado duplicados, paraderos mal ubicados y ocupación excesiva en horas pico. / Por Esto!

Algunas personas han tenido que caminar varias cuadras para abordar una unidad, mientras que otras denuncian que los tiempos de traslado se han duplicado. Incluso se han registrado bloqueos en avenidas principales, como Gobernadores, por la suspensión de rutas y largas esperas.

Mientras tanto, los sueños como el de Karla Moo, entre gritos, policías y fajos de billetes, parecen menos absurdos cuando se comparan con la realidad diaria de los pasajeros del Ko’ox.