Profesores de educación básica y media superior señalaron que en Quintana Roo existe el Marco de Convivencia Escolar que rige a todo el estado, incluyendo a Chetumal, en el cual se enlistan los protocolos a aplicar en el caso de diversas faltas disciplinarias entre el estudiantado cuando los casos se presentan, pues aceptaron que en todas las escuelas ocurren, pero varía el número de casos, así como la gravedad de cada uno, sin embargo, este no es aplicado en todas las escuelas.
En ese sentido, algunos de los profesores entrevistados señalaron que en las escuelas donde imparten clases los protocolos sí son aplicados, pero ello no impide que existan casos de bullying, por lo que, pese a la prevención, esto sigue ocurriendo y los protocolos funcionan, más bien, para evitar que los casos lleguen a más y puedan ser perjudiciales para quien padece el acoso escolar, de modo que si bien se registran casos, estos no han pasado a mayores.
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Sin embargo, otros reconocieron que hay escuelas particulares en las que los mismos profesores desconocen si existen estos protocolos, puesto que las autoridades de dichas instituciones no se los entregan, por lo que no cuentan con un plan de actuación en caso de que el acoso escolar se presente; aunque, aseguraron, que no han tenido conocimiento de que se susciten estos casos al interior de las instalaciones educativas, pero aceptaron que es un requisito con el que deberían contar.
Por otro lado, también existe por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP) la Guía para Docentes de Educación Básica contra el Acoso Escolar, no obstante, no siempre es aplicaba en las escuelas públicas, puesto que son los planteles donde, generalmente, se suscitan los casos de bullying que posteriormente se dan a conocer mediante las denuncias ciudadanas por la falta de intervención de las autoridades educativas.
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Al respecto, los padres de familia se ven obligados a exigir que profesores, directores y otras figuras de autoridad de las instituciones educativas se involucren en los casos de acoso escolar y procedan en contra de quien lo comete, porque el personal educativo se queda cruzado de brazos mientras los menores se ven afectados por las acciones de sus compañeros, lo cual muchas veces hace ver a los padres como problemáticos, pero ellos sólo velan por el bienestar de sus hijos.
