
En las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la usuaria Rita Canto Moreno exigió a gritos y con voz fuerte a la cajera que le cobraran su recibo de consumo, el cual había sido negado previamente a su esposo. Nerviosa, la empleada accedió y realizó el cobro por 601 pesos.
Totalmente enojada, la señora Canto Moreno, quien vive en la calle 16 de la colonia San Martín, expuso que la CFE ya no reparte los recibos como lo hacía hasta hace unos meses. Ella desconocía que su recibo había vencido el pasado 13 de septiembre, y solo lo descubrió al ingresar a la aplicación móvil.
Al no saber cómo pagar por medio de la aplicación, pidió a su esposo que acudiera a las oficinas de la CFE con dinero en efectivo. Sin embargo, la cajera se negó a recibir el pago, argumentando que era necesario presentar el recibo original. El señor tuvo que ir a un ciber para imprimir el recibo actualizado y regresar a las oficinas, pero nuevamente le negaron el cobro, esta vez alegando que no había sistema.

La usuaria explicó que no cuenta con el recibo físico porque el cartero Felipe Pech Chin, encargado de repartir los recibos, no lo ha entregado en su domicilio. Molesta y enferma de la piel —lo que le impide exponerse al sol—, doña Rita convocó a reporteros en las afueras de la CFE para hacer un “escándalo”, ya que teme que le corten el servicio eléctrico.
Ante la prensa, denunció que la CFE no considera a las personas adultas mayores, quienes no saben manejar la aplicación digital para realizar sus pagos, y que tampoco entrega los recibos físicos como antes. En el interior de las oficinas, expresó su enojo contra la cajera, señalando que su nombre aparece en el sistema y que debería bastar con un recibo anterior para identificar el número de contrato.
A pesar de haber llevado un recibo impreso desde la aplicación, la cajera volvió a negarse a cobrar, insistiendo en que no había sistema. La señora reiteró que no se niega a pagar, solo quiere que le cobren, ya que no sabe usar la aplicación.
Finalmente, tras su exigencia a gritos, la cajera accedió y le cobró 1,002 pesos, pagados con dos billetes de 500. Sin embargo, al momento de entregar el cambio, solo le devolvió un peso, lo que provocó aún más enojo. Doña Rita acusó a la empleada de intentar quedarse con 400 pesos, pero tras disculparse, la cajera le entregó el resto del cambio
JGH