En la región de Los Chenes, aunque no con el mismo auge que caracteriza al Hanal Pixán, este sábado fueron pocas las familias de la cabecera municipal que celebraron el Bix o La Octava, festividad que se conmemora una semana después del Día de Muertos, en la que también se ofrece un altar a los fieles difuntos.
Durante un recorrido por varias colonias de la ciudad de Hopelchén se constató que el Bix no tuvo el mismo impacto que el Hanal Pixán, pues en esta ocasión prácticamente no hubo convivencia familiar, y los centros laborales continuaron con sus actividades de manera normal. Fueron contadas las familias que mantuvieron la tradición, posiblemente por falta de recursos económicos. En la mayoría de los hogares solo se montaron altares sencillos con ofrendas a los fieles difuntos.
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Don Juan Luis Koh Romano, viudo de doña María del Socorro Cot Cohuó, dijo que recordó a sus difuntos en esta celebración del Bix o Octava y montó su altar con los tradicionales pibipollos, flores, veladoras, velas y otros alimentos. Asimismo, el matrimonio de don Pedro Poot Caamal y doña Juanita Tucuch Uitz, de 87 y 85 años de edad, respectivamente, también recordó a sus seres queridos como lo hacen cada año, y pusieron ofrendas en un altar que consistieron en pibipollos, panes, dulces y otros elementos.
Se destacó que las velas y el chocolate fueron elaborados por la familia. La familia Koh Medina no dejó pasar la fecha, aunque este año optó por un altar más sencillo y austero en comparación con el del Día de Muertos, que fue más grande y con mayor variedad de ofrendas. La señora Elayne Medina comentó que colocó un pequeño altar con panes desde la noche del viernes en honor a “las almas pequeñas”. En el mercado principal, el movimiento de consumidores fue escaso, como si se tratara de un día común, y los locatarios reportaron ventas bajas, mientras que en el centro de la ciudad, los comerciantes de flores, velas y otros artículos relacionados también informaron sobre una disminución significativa en sus ventas, y señalaron que no realizaron el mismo surtido ni inversión que en los días previos al Hanal Pixán.
En el caso de las flores, las ventas cayeron hasta en un 100 por ciento en comparación con la semana anterior, cuando se celebró el Día de Muertos y se registraron buenas ganancias. Finalmente, se observó que en el cementerio municipal de Hopelchén fueron muy pocos los habitantes que acudieron a visitar las tumbas de sus difuntos, por lo que el lugar permaneció prácticamente vacío.