En las inmediaciones del Mercado Principal “Pedro Sainz”, los campechanos mantienen viva una de las tradiciones decembrinas más llamativas: la venta de casitas para el nacimiento del Niño Dios.
Marisol y Rosi, instaladas en puntos estratégicos del mercado, muestran su talento artesanal en la elaboración de estas estructuras que forman parte esencial de los “nacimientos” familiares.
Ambas trabajan con madera de majagua, pasto seco, paja y otros materiales locales. Cada casita es hecha a mano, sin moldes ni patrones, únicamente con la experiencia generacional.
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Las artesanas señalaron que su objetivo es vender entre 300 y 400 piezas antes del 24 de diciembre, aunque este 2025 la demanda ha sido más baja de lo esperado.
Los precios van desde 100 a 150 pesos las casitas pequeñas y hasta 500 pesos las más grandes; también ofrecen bolsas de heno entre 20 y 50 pesos.
A unos metros, Rosi atiende su puesto mientras cuida a su nieto, con precios de 80 a 400 pesos según el tamaño. Reconoce que las ventas no han sido positivas, pero mantiene la meta de vender entre 300 y 400 obras.
Ambas coinciden en que la verdadera buena venta inicia una semana antes del 24 de diciembre, cuando las familias apresuran los últimos detalles del nacimiento. Hasta entonces, continúan trabajando con paciencia, manteniendo viva una tradición que cada diciembre llena de luz y nostalgia los hogares campechanos.
