El barrio La Guadalupe por muchos años ha sido el santuario de los peregrinos quienes viajan desde otros estados de la república y llegan justamente a la novena y la procesión de la Virgen de Guadalupe, donde se les da una cálida bienvenida.
Por el momento existen necesidades, pues hace falta un cerdo para la cocinita del día 12 de diciembre y nadie se ha ofrecido para darlo, señaló la presidenta Paulina Kantun Ku, quien espera donaciones para las novenas.
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El barrio, muy conocido en todo el municipio, cuenta con una capilla adornada por los feligreses que cooperan en la medida de sus posibilidades. Se espera el arribo de la presidenta municipal Mariela Sánchez, quien en campaña ayudó en la preparación de la carne del cerdo sacrificado, pero hasta ahora no ha acompañado las novenas. La alcaldesa anterior sí llegaba con donaciones y también participaba en las oraciones.
La presidenta del comité aclaró que los apoyos no son para ella, sino para los peregrinos, para quienes profesan esta fe, y para los niños que adoptan la costumbre. Al culminar la novena, se reparten dulces tradicionales como de calabaza, nance, papaya, arroz con leche, además de tamales, aportados por las nocheras y la gente devota.
El 1 de diciembre iniciaron las novenas a la Emperatriz de México para conmemorar el 494 aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe en 1531, cuando el indio Juan Diego mostró su manto al obispo Juan de Zumárraga, quien pidió la edificación de la Basílica. Este 12 de diciembre en la noche se realizará la procesión para culminar con el refrigerio comunitario.
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JY
