
Los cárteles de la droga no solo operan en el tráfico de estupefacientes, sino que también están infiltrados en actividades económicas del país, lo que provoca un déficit de gobernabilidad en la República Mexicana, advirtió el exdirector del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Diego Valadés Ríos.
Lamentó que el Congreso de la Unión no haya logrado establecer controles administrativos en el ejercicio del poder, lo que ha derivado en impunidad. Sobre la elección del 1 de junio para renovar el Poder Judicial Federal, aseguró que la corriente dominante del constitucionalismo mexicano es muy crítica con la reforma judicial y sostiene, con argumentos convincentes, que esta es una de las más nocivas para la estructura institucional del país.

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Señaló que esta reforma destruye a uno de los órganos clave del poder, responsable de garantizar derechos fundamentales como la libertad, propiedad, seguridad jurídica e igualdad, lo que erosiona la vida constitucional del Estado.
Advirtió que quienes impulsaron la reforma de forma precipitada e irresponsable pagarán las consecuencias, ya que México se encamina rápidamente hacia la impunidad, la corrupción y la ingobernabilidad.
Consideró que México fracasó en establecer controles políticos y jurisdiccionales eficientes, lo que permite un ejercicio del poder sin responsabilidad administrativa ni política. Aseguró que el problema más grave del país es la criminalidad, no solo por el narcotráfico, sino también por el contrabando de combustible o huachicol, en sus modalidades fiscal y tradicional.
Destacó que existen áreas económicas dañadas por la extorsión, lo que afecta a productores agrícolas, pecuarios, pesqueros, industriales y microempresarios, lo cual encarece los precios al consumidor y tensiona el tejido social.
Aunque descartó la presencia directa de narcotraficantes como candidatos, dijo que el crimen organizado ya no necesita postularse, pues se ha infiltrado en el Poder Judicial, donde los jueces y magistrados quedarán territorialmente sujetos durante nueve años, lo que los vuelve vulnerables a la intimidación y cooptación.
JY