
Productores integrados a nueve pozos de sistema de riego de la comunidad de Ich-Ek protestaron la mañana de este lunes en las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) porque trabajadores de esa paraestatal les quitaron las cuchillas de siete pozos que estaban en funcionamiento, dejando sin agua a más de 100 hectáreas de cultivos.
Encabezados por don Felipe Nah Poot, presidente de los pozos de riego 4 y 6, y los comisarios ejidal y municipal, Israel Poot Nah y Marcos Basilio Poot Aké, respectivamente, alrededor de 60 productores que conforman una comisión llegaron a las 9:30 a las oficinas de la CFE, ubicadas en la avenida Desiderio Ortegón Cauich del centro de la ciudad de Hopelchén.
El enojo de los productores es que el viernes por la tarde, sin notificación alguna, empleados de la CFE, de forma arbitraria, quitaron las cuchillas de los transformadores de siete pozos mientras las bombas sumergibles estaban funcionando.
Revelaron que no les avisaron el porqué del corte, no tienen adeudo alguno y están al día con sus pagos. Indicaron que, al dejar sin electricidad a esos pozos, se afectaron 100 hectáreas de cultivos de chile habanero, tomate, maíz elotero, papaya, así como cítricos como naranja dulce, naranja agria y limón, y también cultivos de mango, entre otros.
Al llegar a las oficinas de la CFE, fueron atendidos por una jefa de oficina, quien les dijo que había un adeudo de años, lo cual sorprendió a los productores, que exigieron una explicación. Fueron informados que esos adeudos forman parte del subsidio del gobierno federal hacia los pozos de riego, y que al parecer la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) no ha pagado a la CFE desde 2022.
Esto molestó aún más a los productores, quienes señalaron que no es culpa de ellos sino del gobierno federal, y exigieron el restablecimiento inmediato de la energía. La funcionaria respondió que no podía autorizarlo debido a que el adeudo supera los 100 mil pesos.
Los productores advirtieron que no se moverán de las oficinas hasta obtener solución, pues están perdiendo dinero, y sus cultivos están en riesgo de siniestro, lo que implicaría pérdidas millonarias. La mujer grabó las expresiones de los manifestantes, lo que generó más molestia, ya que les pedía repetir lo que decían, a pesar de que le informaron que la prensa estaba presente.
Finalmente, la funcionaria se comunicó con sus superiores y le indicaron que antes del mediodía llegaría un directivo para atender el conflicto que afecta a más de 200 productores y a una comunidad de más de 1,500 habitantes.