
Actualmente la captación de agua potable para el uso de los ciudadanos en la capital es a través de tres fuentes principales: el sistema de Chiná, que aporta 240 litros por segundo; el sistema de Santa Rosa, con 540 litros por segundo; y otros pozos en la ciudad, que suministran 323 litros por segundo todos los días.
Con el paso del tiempo, varios de estos pozos presentan niveles de contaminación, y a decir de especialistas, una solución sería usar el acueducto de Hobomó para reemplazar a los tres sistemas actuales, ya que construir una nueva planta potabilizadora requiere una inversión de casi 500 millones de pesos.
El estudio de la organización ¿Cómo Vamos? indica que, en la capital del estado, se suministran mil 103 litros por segundo de agua potable, no obstante, solo se aprovecha el 70% y únicamente se trata entre 29 y 30 litros por segundo, por lo que el destino del resto del líquido podría ser el subsuelo.
Al respecto, el exsecretario de Planeación, Ramón Arredondo Anguiano, subrayó la necesidad de proteger el reservorio del cual se extrae el agua que se distribuye a la población campechana, además, señaló que se debe considerar la demanda de energía eléctrica necesaria para transportarla hasta los hogares, ya que el incremento en el consumo podría afectar el abastecimiento.
Advirtió que el riesgo de contaminación de los acuíferos sigue latente, especialmente por el uso de pozos contaminados, ya que más de 200 mil habitantes en la ciudad capital dependen del suministro.
Explicó que el sistema de Chiná ya muestra restricciones y existe la posibilidad de que el agua extraída contenga sal, debido a la captación que se realiza en Lerma y otros puntos.
En cuanto a la infraestructura, señaló que otro problema es la antigüedad de la red de agua potable, ya que fue construida en los años 60 con materiales como asbesto, sin conocer entonces los riesgos para la salud, como el cáncer. Posteriormente se usaron poliductos de alta densidad, PVC y otros materiales, que fueron sustituyéndose de forma desordenada y sin una adecuada planeación urbana.
Indicó además que no se colocaron válvulas de control, lo que provoca que, ante una fuga o afectación, sea necesario cerrar todo el sistema para reparar un solo segmento, y lamentó que no se instalaran tanques de regulación, lo cual sigue afectando el funcionamiento de la infraestructura hidráulica en la ciudad capital.