
Las casas de Campeche son un testimonio vibrante de su historia y cultura. Durante la época colonial, la ciudad era un puerto estratégico en el Golfo de México, punto de encuentro para comerciantes y marineros de diversas partes del mundo. Esta diversidad se reflejaba en la arquitectura, caracterizada por sus fachadas coloridas.
Caminar por el centro histórico de Campeche es adentrarse en un arcoíris urbano que cuenta historias de marineros, leyendas y tradición colonial. Cada casa pintada de rojo intenso, azul profundo, verde esmeralda o morado vibrante no es solo una obra de arte, sino un farol de bienvenida que siglos atrás guiaba a los navegantes que regresaban de altamar.
Fachadas vibrantes para guiar a los marineros en un Campeche colonial
Aunque existen diversas teorías sobre el origen de estos colores, una de las más fascinantes es que sugiere que las casas se pintaban con tonos llamativos para que los marineros pudieran reconocer sus hogares desde el mar. Al regresar a la ciudad amurallada, las murallas y edificaciones similares dificultaban la identificación de sus viviendas. Para resolverlo, se comenzaron a pintar las casas con colores brillantes como rojo, verde, azul, morado y naranja, creando un paisaje urbano único y fácilmente reconocible desde la distancia.
Tradición, historia y leyenda durante el siglo XVI en Campeche

Además de esta leyenda, existen razones prácticas. Durante el siglo XVI, Campeche era un importante puerto comercial, atrayendo a comerciantes y navegantes. Con la prosperidad económica, se construyeron muchas mansiones y residencias en el centro histórico. Estas viviendas, influenciadas por corrientes españolas, mayas y caribeñas, usaban colores vivos para indicar riqueza y estatus social. También se creía que los colores llamativos ayudaban a repeler insectos y mitigaban el calor del clima tropical.
Hoy, las casas coloridas de Campeche son un tesoro arquitectónico y un símbolo de la identidad cultural de la ciudad. Recorrer las calles empedradas y contemplar estas casas es sumergirse en un lienzo viviente que celebra la creatividad y la diversidad cultural de sus habitantes.
Ya sea que se elija creer en la leyenda del marinero o en las explicaciones prácticas, lo cierto es que las casas de Campeche siguen siendo un reflejo de su rica historia y vibrante cultura, un legado colorido que perdura hasta nuestros días.