
Para combatir el gusano cogollero y a la vez foliar los cultivos en etapa de espigar, es mucho mejor hacerlo con ayuda de los drones, que es efectivo y rápido por la velocidad y no se inhala personalmente, dijeron los labriegos de la comunidad, entre ellos Luis Enrique Carrillo Noh, quien cuida su predio de 6 hectáreas, pues varias superficies están siendo devastadas por el gusano cogollero, pero fue siembra retrasada y apenas en crecimiento.
Existen dos tipos de gusanos desastrosos que están minando los cultivos del campo: a grandes rasgos, el gusano cogollero, que se alimenta del cogollo de la planta, y la otra variedad de gusano, el falso medidor, que deja solo el tallo y hasta las hojas se devoran. En poco tiempo los dejan sin poder conservar una sola mazorca en su ciclo, y se les extermina la plaga de esta manera con los drones; de lo contrario, puede el campesino quedarse sin el sustento familiar, expresó.
En todo el Camino Real está pasando lo mismo con los bichos. Primeramente en Bacabchén, Dzitbalché, Blanca Flor y Tenabo sufren de la misma plaga de gusanos, y el señor José Guadalupe Molina, con 30 hectáreas de maíz de baja estatura, ya la rociaron con el pesticida Clavis para acabar con los bichos, pero lo hicieron de manera manual, y el líquido tiene un precio de mil 250 pesos para fumigar tres hectáreas, y la Dumath para seis hectáreas cuesta lo mismo, dijo.
En Poc-Boc, muchos de los hombres del campo aprovechan la mañana para aplicar el producto, primero para acabar con el zacate Johnson, un líquido selectivo; además, también aplican fertilizante líquido foliar, aparte el insecticida de contacto y sistemático para el gusano. Solo que todo lo que se aplica aumenta el costo del cultivo, o de lo contrario será muy difícil obtener un cultivo de calidad, indicó el propietario de 6 hectáreas de tierras, colindando en gran parte del suelo hasta bajo las torres.