
Con el inicio/regreso a clases, las panaderías campechanas reportan un repunte de hasta 70 por ciento en la venta de pan blanco, especialmente el conocido como esponja, batalla o hambre, mientras que el pan dulce ha registrado una baja de entre 30 y 40 por ciento en su consumo, cuyos precios se han mantenido estables este 2025, pese a la variabilidad en los precios de la harina, el azúcar y el huevo.
Rafael Antonio Medina Balan, presidente de la Unión de Panaderos Campechanos 'Alberto Chávez', quien rindió protesta como nuevo delegado de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) en el Estado, explicó que la mayor demanda ha sido de pan francés y bolillos, utilizados para la elaboración de tortas escolares y alimentos de trabajadores, por lo que difícilmente disminuyen en el año.

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Las lluvias también influyen, pues cuando se registran entre las 3 y 4 de la tarde favorecen la compra de pan para la cena, aunque si ocurren después de las 6 de la tarde, afectan directamente las ventas. Medina Balan precisó que actualmente, el pan más económico se vende en 3 pesos, mientras que la repostería fina alcanza hasta 25 pesos por pieza.
2 MIL VARIEDADES DE PAN
Por su parte, Olga Espinoza Chávez, directora general de la Canainpa Mx, destacó la importancia de reconocer la riqueza del pan mexicano, que cuenta con más de 2 mil variedades y 55 mil panaderías registradas en el país. Subrayó que el consumo per cápita anual es de 36 kilos, y que cada región aporta recetas únicas que forman parte del patrimonio gastronómico nacional. Asimismo, adelantó que se trabaja en impulsar el reconocimiento del pan dulce mexicano con denominación de origen, y que durante el evento Unipania, que se desarrollará los días 2, 3 y 4 de octubre en Aguascalientes, se exhibirá una muestra representativa de esta diversidad, desde las coyotas sonorenses hasta el pan de yema de Oaxaca o los picones de Jalisco. Espinoza Chávez llamó a valorar el trabajo de los panaderos artesanales, quienes, dijo, transforman ingredientes sencillos en una verdadera 'arquitectura comestible' que da identidad cultural al país.