Ivi May Dzib
Apuntes de un escribidor
II y última
En México las protestas por la manera en la que el gobierno llevó a cabo sus políticas, sobre todo en las llamadas reformas estructurales fueron respondidas con represión por parte del gobierno de Peña Nieto. ¿Quién no recuerda la intervención de la policía cuando se protestaba contra la reforma educativa o la reforma energética?, se impusieron entonces las decisiones del Estado y se benefició a los mismos poderosos de siempre, pero a sabiendas de que los platos rotos los tendría que pagar la sociedad civil. Cuando se quieren vender los recursos y explotar a la población es obvio que se reproduzca un descontento, sin embargo, se reprime a través del miedo y en nuestro país se han impuesto las cosas de manera rápida para que nos olvidemos de ellas y pasemos a otro canal.
La represión del sexenio pasado inició el mismo día que tomó el poder Enrique Peña Nieto, en esa manifestación contra el regreso del PRI a Los Pinos no hubo saldo blanco, el descontento marcaba ya un sentimiento en la manera de gobernar. ¿Y cómo olvidar lo ocurrido con Vicente Fox y el mismo Peña y su participación en las muertes, detenciones de más de doscientas personas, entre ellas menores de edad, vejaciones y violaciones sexuales durante las protestas en San Salvador Atenco? Lo que nos mostró que en el gobierno neoliberal no había cabida para el diálogo, es la imposición y ya. En México han sido muy graves las violaciones a los derechos humanos durante los últimos sexenios, sobre todo porque todo lo que tienen agendados los encargados del gobierno para enriquecer a los suyos ha sido impuesto a toda costa, sin importar a quién le arruinan la vida.
Los síntomas son y han sido los mismos en todos los países donde la política neoliberal se ha implementado; en México hemos vivido años oscuros donde gracias al apoyo de los medios de comunicación –quienes han sido cómplices del saqueo– se ha vendido la riqueza del país; sus recursos, privatizándolos y licitando bajo los intereses de algunos particulares. Nos enteramos muchas veces de lo que se negocia mucho después, ya que el Estado se ha encargado de comprar con el dinero del erario el silencio de algunos medios, ya entonces es imposible poder hacer algo, quejarse. De ahí que nos enteremos todo lo que se ha desfalcado en México en beneficio de unos pocos y la gente pobre y de clase media, como siempre, ha sido olvidada. De ahí que la campaña que hizo que el PRIAN saliera del poder fue simplemente decir que se iba a acabar con toda esta rapiña, ya que el pueblo estaba harto de tanto descaro, cosa que funcionó, nunca se había visto tanto repudio contra esta política neoliberal que gobernó México por varios años.
Sin embargo, el modelo neoliberal es incuestionable para los que dirigen los Estados, al igual que su respuesta ante el descontento, por ejemplo, Bolsonaro en Brasil ha dicho que el ejército está preparado por si llegan a presentar disturbios como en Chile. En México al menos AMLO ha dicho que en este sexenio el ejército no atacará al Pueblo, imagino que eso se refiere a que en dado caso de una protesta no se dará orden de desaparecer a gente sin importar que sean niños. Lo de AMLO siempre fue un gran acierto, ya que ese discurso lo hizo desde su campaña presidencial, no al calor de los hechos recientes. ¿Se imaginan que nos hubiera gobernado el PRIAN y ahora nos estuvieran subiendo todos los servicios? No dudemos que eso hubiera terminado en represión.
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