Manuel Tejada Loría
Nadie dude del compromiso
que se tiene ante la historia
de quien la defiende, oportuno,
sentado sobre su tarjeta bancaria
esperando la quincena.
O el cheque al portador,
porque a veces en las ceibas
crece ese preciadísimo fruto.
Absolutamente nadie dude
del compromiso con la ecología
de quien desde su sedancito blanco
va echando humos por periférico
mientras vocifera vivas al Amazonas
¡Vivan los árboles y las montañas!
¡Vivan las ceibas, los viajes y las enaguas!
Con qué ciencia y conocimiento
se habló de Libertad, y nadie
absolutamente nadie dude tampoco
al respecto:
porque la voz del libertador
es palabra de bondad aunque
la escriba con garras
y dosis de amargura.
Hay quien tiene garras para el arpa
pero garras también para los himnos
y la lucha.
Habitante del mundo honoris causa
ya va un recuerdo como fantasma
de la sombra inmarcesible
del que nunca fue.
¡Alabado sea!