Por Marina MenéndezFotos: Lisbet GoenagaEspecial para POR ESTO!
LA HABANA.- Se afirma que el ser humano convive con alrededor de dos mil objetos cotidianos. Si eso está ya diseñado, la vida será más cómoda y placentera…
La aseveración parte de los razonamientos manifestados a POR ESTO! por Gisela Herrero García, jefa de la Oficina Central de Diseño de Cuba y una de las organizadoras de la II Bienal de la especialidad, que transcurre esta semana en la capital cubana para trasladarse luego a otras provincias, durante todo un mes.
“Que una beba una taza de café y no se le derrame tiene que ver con el pensamiento de especialistas, quienes concibieron esa taza pensando en el ángulo de la mano cuando llegue a la boca”, grafica Herrero.
“Que una silla resulte cómoda y no provoque escoliosis, no tiene que ver tanto con la calidad de la materia prima empleada, sino con su enfoque de diseño… A eso tiene que apuntar la labor de los diseñadores”.
Tales ejemplos ayudan a entender el lema de la Bienal, “El diseño, más allá de la forma”, enfocado como un proceso que rebasa la mera concepción visual, y trata de dar seguimiento a los propósitos de la primera edición, celebrada en 2016, y que tuvo como eje “El diseño y la prosperidad”.
Siendo la prosperidad parte de la agenda-país en Cuba, se quiso ahora estimular a los diseñadores y las disciplinas con que estos interactúan, para buscar más en tal sentido.
“El reto más grande que tiene la Bienal es colaborar para que el diseño no se explique, sino que se sienta”, afirma.
En su opinión, ese es el desafío fundamental, también, de la especialidad en Cuba. “El gran problema que afronta el diseño como herramienta estratégica dinamizadora de la sociedad y las economías es que no debe explicarse, debe sentirse”, dice para expresar el propósito de que el diseño esté en la concepción de todo lo que nos rodea en la vida diaria; incluso, en la comunicación.
Sergio Peña Martínez, director del prestigioso Instituto de Diseño con sede en La Habana (ISDI), no solo está vinculado a la Bienal por sus responsabilidades en la organización del evento. Se siente responsable, en parte, de la 4
En la galería Estudio 50, una de los 17 espacios expositivos, la joven diseñadora Arantxa Sánchez Puentes presentó un sistema de mobiliario que por su similitud en la forma, el uso de materiales y su tropicalismo, nos traslada a los típicos muebles cubanos. Su propuesta también contribuye a reinsertar el buen diseño en la Isla a un menor costo.
mayoría de los connacionales que participan en la Bienal, quienes han sido o son alumnos de su plantel.
Y está convencido de que la Bienal es una magnífica oportunidad para mostrar las obras de excelentes diseñadores del patio, algunos de cuyos trabajos han tenido repercusión mundial y, sin embargo, “cuando vas a la calle, te preguntas: ¿y dónde están los proyectos?”.
Con toda intención se ha hecho coincidir la Bienal con el X Congreso Internacional de Diseño “Forma 2019”, que se celebrará con el lema “El Futuro Diseñado, del 4 al 7 de junio, en el Palacio de las Convenciones de La Habana, con la participación de más de 300 diseñadores de 16 países”.
En opinión de Peña Martínez, tal coincidencia posibilitará que ambos eventos se complementen, pues la Bienal permite ver y palpar lo que se analizará académicamente, por medio de las más de 280 ponencias que se debatirán en el Congreso.
El director del ISDI considera que hay más potencialidades para el diseño en la Isla de lo que habitualmente este se utiliza. “Existen proyectos no materializados, pero esto tiene que ver también con la madurez de las fuerzas productivas y la disposición de la industria”, dice.
Ambos son asuntos complejos en una nación pobre y asediada como Cuba.
Pensar el futuro
Pero la Bienal también tiene su espacio de reflexión. Entre las conferencias magistrales y talleres que se desarrollan en su parte académica, un tema importante lo constituyen eso que Gisela Herrero llama “las aproximaciones a futuro”, y que será plato fuerte del Congreso.
“Hoy debemos estar preocupados por el diseño de ese porvenir”.
En tal ámbito se desarrolla la labor del mexicano Andrés Valencia, director de la agencia Change de Guadalajara, con sus estudios de perspectivas. Él es uno de los invitados internacionales a la Bienal, y despertó el interés de los participantes con su conferencia “Diseño: futuros + progreso”, una de las primeras en escucharse en el Centro Hispanoamericano de Cultura, sede de los debates.
La Bienal también recibe a Francesco Meda, embajador del Día Mundial del Diseñador Italiano, para cuya celebración se ha escogido a La Habana, por tercera vez, como una de las diez ciudades sede de la conmemoración, y quien disertó sobre “El equilibrio entre la autoproducción y el diseño para empresas”.
También asisten otras figuras prestigiosas como Juan Melen, director de la Red de Empresas Diseño de España y Santiago Keller, presidente del Festival Iberoamericano de Promoción, Publicidad y Bien Público, que se celebra en Buenos Aires cada año, y quien hizo pensar acerca de un tema angular para las sociedades modernas: “Comunicar Diseño”.
“Todos han traído talleres o charlas magistrales, para dejar materia y trabajo a los diseñadores jóvenes y de la industria…”, afirma Herrero.
El programa académico de la Bienal durará toda esta semana y todavía tiene en agenda temas trascendentes como el que abordará el panel “La prefiguración de lo que será”, dirigido por el cubano Hermes Mallea y el estadounidense Philip Fimmano, o el presentado por el también cubano Ernesto Niebla, relevante en la Isla desde su sugerente título: “Virgen de la Calidad”.
Más de una decena de muestras acompañan los debates y proseguirán despertando interés luego de su estancia en La Habana, cuando transite hacia las provincias de Santiago de Cuba y Camagüey, donde concluirá la Bienal el 16 de junio.