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Cultura

Ecos de mi tierra

Luis Carlos Coto Mederos

Patricio Lastra

III

631

Fe democrática

El mundo está amenazado

por la guerra y por el crimen

y evitar que se aproximen

no está mal recomendado.

Un pueblo civilizado

nos orienta y nos dirige,

y nos gobierna y nos rige

con justicia y equidad,

por eso la libertad

no se mendiga, se exige.

Los déspotas caerán

desde la cumbre al abismo,

porque voz y patriotismo

los pueblos libres tendrán.

Batallas se librarán

como en los tiempos de Hatuey,

no será la voz de un rey

la que al universo ordene,

cuando para el mundo suene

la campana de la ley.

Una turba corrompida

quiere abrirse paso haciendo

un espectáculo horrendo

de miserias en la vida.

Pero ante tan atrevida

y desastrosa desgracia

se impone la diplomacia

que en el universo impera

bajo la hermosa bandera

que implantó la democracia.

La patria es hermosa estrella

por la que los hombres mueren

y ahora los perversos quieren

no dejar ni rastros de ella.

Mas no quedará ni huella

de la infamia y el terror,

nunca podrá el opresor

la humanidad corromper,

mientras sepan responder

la dignidad y el honor.

632

Envidiado ni envidioso

Canto al cubano bohío

y a la sombra de su guano

se oye del punto cubano

el plácido murmurío.

Allí tengo el puesto mío

para responder ansioso

al estilo clamoroso

como un ruego encarecido,

porque sé que nunca he sido

envidiado ni envidioso.

Sé aquilatar el valor

de los improvisadores

que saben dar los primores

que llevan en su interior.

Yo, que he sido director

de un grupo que estimo honroso,

y no he sido pretencioso,

muy regocijado estoy

con saber que yo no soy

envidiado ni envidioso.

Tengo mi norma trazada,

no porque me recompensen,

pero lo que algunos piensen

no me importa para nada.

No me apena ni me enfada

el estilo calumnioso,

hipócrita y engañoso

que algunos quieran tener:

yo soy feliz con no ser

envidiado ni envidioso.

Soy feliz en este ambiente

y se me importan tres pitos

los enemigos gratuitos

que encontramos diariamente.

Puedo ser indiferente

al ataque doloroso,

del que muy poco juicioso

hoy me acuse sin sentido,

porque sé que nunca he sido

envidiado ni envidioso.

633

Escapárseme la vida

(Pie forzado)

Por qué la naturaleza

me hace sufrir demasiado

si como está confirmado

todo acaba como empieza.

Vivo con tanta tristeza…

con el alma adolorida,

porque yo tengo una herida,

chiquitica al parecer,

y por ella empiezo a ver

escapárseme la vida.

Cuando al alma le consulto

por qué razón me aprisiona,

ella en silencio pregona

mi padecimiento oculto.

Por eso no dificulto

que si el dolor me intimida

vuelva el ánimo enseguida

para cumplir mi tarea,

aunque por mi lado vea

escapárseme la vida.

A veces miro hacia el cielo,

como queriendo encontrar

una luz para alumbrar

mis noches de desconsuelo.

Busco, sin lograr mi anhelo,

alguna mano escondida

que cicatrice la herida

que me tiene padeciendo,

y sigo conforme viendo

escapárseme la vida.

Cuando nos falta la calma

y el espíritu se inquieta

el corazón del poeta

canta las penas del alma.

Analizo hasta en la palma

de mi mano, la caída

de mi existencia florida

que han herido sin querer,

por donde se empieza a ver

escapárseme la vida.

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