Fernando Muñoz Castillo
II
En su ensayo “Carlos Fuentes y el barroco. El caso de Zona sagrada”, Crystal Chemris de la Universidad de Oregón, escribe que “Zona sagrada”, era un guión cinematográfico. Esta versión sobre la novela fetiche, como se le llama a “Zona sagrada”, es bastante curiosa y novedosa al mismo tiempo, ya que en la primera edición de Siglo Veintiuno se le presenta en formato de novela.
En ese ensayo, la señora Chermris, también afirma que estaba escrito para ser llevado a la gran pantalla por los mismos personajes del texto: María Félix y Enrique Alvarez Félix.
Ahora bien, ¿por qué, nunca se pudo llevar el proyecto a la pantalla?
El mismo año de la publicación de la novela de Fuentes, Severo Sarduy, el poeta, novelista y crítico literario cubano, publicó su ensayo sobre Zona Sagrada: “Un fetiche de cachemira gris perla”. En este ensayo, Sarduy, hace un análisis de la novela y escribe abiertamente de la homosexualidad del hijo de la estrella, algo que, está presente en la novela, pero no en el estadio que lo describe Sarduy, además de la taxidermia que realiza para diseccionar a su gusto y plenamente lo que Fuentes dice y escribe de María Félix.
Esto que no fue lo que “leyó” María cuando se le entregó el texto y se le presentó el proyecto de filmación.
Además, no podemos hacer a un lado que Enrique Alvarez Félix era un hombre culto, muy culto y no presumía de ello públicamente, y que obviamente conocía y sabía del autor de la novela sobre los travestis cubanos “De dónde son los cantantes”, por obvias razones. No olvidemos que este final de década se publican por todos lados, en todos los idiomas, como nunca, textos con el tema homosexual. Y quienes abrevan de estos son los grupos de mayor poder adquisitivo, los que pueden viajar y leen en varios idiomas. Como quien dice, en Latinoamérica, este tipo de literatura es para degustación y privilegio de una clase socioeconómica específica, en la mayoría de los casos.
La novela de Sarduy, parece ser, la punta del iceberg para la satanización de éste, por el sistema político cubano. Regresando a Alvarez Félix, es obvio que conoció pues, el ensayo: “Un fetiche de cachemira gris perla”. Y seguramente le habrá horrorizado que lo sacaran del clóset de esa manera. Por su parte, María se habrá horrorizado, escandalizado y encolerizado no por lo que decían de Quique, sino por la forma de cómo la escribía y pintaba de cuerpo entero el señor Carlos Fuentes y su crítico el señor Sarduy.
Y sabemos que todo el proyecto se frena nada más y nada menos que en el periodo del presidente Gustavo Díaz Ordaz. Y no podemos olvidar que acaba de suceder la masacre del 2 de octubre, y que Fuentes, junto con otros artistas e intelectuales mexicanos, es uno de los señalados por el dedo delator e infame de Elena Garro, informante del FBI.
Y si es en el sexenio de Echeverría, no sería raro pensar que la Félix presionara al gobierno diciendo: película o se termina el metro. Y, el metro era más importante para la Ciudad de México que una película sobre la Doña escrita por Fuentes. Sin embargo, en ese sexenio se filman varias cintas basadas en cuentos de Fuentes. Una por otra.
Para la trivia: el guión de “Muñeca reina” (1971), lo escribió nuestro paisano Eduardo Luján Urzáiz, siempre recordado escritor y periodista cultural de nuestra casa el periódico POR ESTO!
Continuará