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Cultura

Ecos de mi tierra

Luis Carlos Coto Mederos

Del panorama decimístico cubano del siglo XX (8)

1274

Volví, Güira de Melena

Volví, Güira de Melena,

y, tal vez por todo eso,

el cofre azul del regreso

de recuerdo se me llena.

Hoy veo cómo en la escena

vibra la misma inquietud,

y, aunque sin la magnitud

de los poetas de ayer,

hoy vuelvo a reaparecer

por el fondo de un laúd.

Pablo León Alonso

1275

Tuviste mi poesía

Tuviste mi poesía

de la palabra a través

y, aunque con distintos pies,

seguiste mi travesía.

Por eso, cuando venía

guiado por el destino,

al poeta campesino

pasar alegre lo vieron

y hasta lo reconocieron

las palmas por el camino.

Pablo León Alonso

1276

Un pajarillo voló

Un pajarillo voló

llevándose en vuelo eterno

lo más dulce, lo más tierno

que el campo me regaló.

Pero al marcharse dejó,

como prenda de consuelo,

una pluma de señuelo

que yo guardo con cariño,

del pajarillo que niño

recogí triste del suelo.

Rodolfo Ferrer

1277

A Carilda Oliver Labra

(fragmento)

En una visita a Matanzas

una mañana de julio de 1998.

Carilda, ¿cómo volver

a desfilar mis pupilas,

por las arenas tranquilas

de tus mares de mujer?

¿En un sueño, podrá ser

mi tardo regreso a ti?

¡O debo salir de aquí

–recodo sin arroyuelo–

con el permiso del cielo,

del mar y del Yumurí!

No fue la hora temprana

de un vaivén para marear,

porque tú eres como el mar

que dormita en la mañana.

Debí volver con la ufana

visión que la tarde envía

–más allá del mediodía–

cuando, si “te desordenas”,

el mar pasa por tus venas

¡y las vuelve una bahía!

Francisco Henríquez

1278

Tu sexo

(fragmento)

Adoro todo tu ser,

varonil hombre modelo;

estuche de terciopelo

para prendas de mujer.

Adoro el fuerte placer

que provocas con tus besos,

y adoro por sus excesos,

esa cosa tan sublime

que con su contacto imprime

saciedad hasta los huesos.

Amo, con pasión mestiza,

la dulce noche bohemia

que nos llevó a la academia

de una enseñanza enfermiza.

Amo tu cuerpo, que hechiza

por el gusto que sentí,

y amo el enorme jiquí

que con su fuerza indomable

abrió un cauce inagotable

de sexualidad en mí.

Minerva Herrera

1279

Zunzún

Monarca de libadores,

eres del jardín que incita,

el cosmonauta que orbita

el espacio de las flores.

Exhibes con tus temblores

un círculo musical,

y abandonas el rosal

para abrirle con el pico

ojetes al zapatico

rojo del itamorreal.

Rogelio Porres Reyes

1280

Gorriones

Los acróbatas pequeños

en el patio me alucinan,

cuando revoltosos trinan

para llenarme de sueños.

Parece que son los dueños

de los espacios que escalan,

y a mis ojos le regalan,

entre vueltas y más vueltas,

un suicidio de hojas sueltas

que por el viento resbalan.

Rogelio Porres Reyes

1281

Vi tus ojos

Vi tus ojos… y volé

tras sus hermosos destellos

y con mis negros cabellos

tu amado rostro abracé.

Me besaste, te besé,

vibró tu cuerpo de hombre,

y al fin –aunque alguien se asombre–,

con ansia impetuosa y loca,

beso a beso, con mi boca

cifré en la tuya mi nombre.

Magaly Alou

1282

La negra Mercé

Murió la negra Mercé,

vieja rumbera criolla,

que tenía hecha una ampolla

de música en cada pie.

Dicen que la rumba fue

la que la llevó a la tumba,

y como, aún muerta, le zumba,

no le den ayes ni oes,

sino claves y bongoes,

para que baile la rumba.

Magaly Alou

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