La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, celebró que la representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en Iztapalapa fue inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
El anuncio se realizó durante la vigésima sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, realizada en Nueva Delhi, India.
La mandataria felicitó a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, a la alcaldesa de Iztapalapa, Aleida Alavez, y a todas las personas que año con año participan en el viacrucis de Semana Santa, una de las manifestaciones religiosas y comunitarias más numerosas del país.
Desde el ámbito cultural federal, la secretaria de Cultura, Claudia Curiel de Icaza, destacó que se trata de un “reconocimiento histórico” que honra casi dos siglos de tradición, fe, identidad y organización comunitaria, y calificó esta celebración como un ejemplo vivo de cómo el patrimonio inmaterial fortalece el tejido social.
Casi dos siglos de tradición comunitaria en los ocho barrios de Iztapalapa
La UNESCO reconoció a la Pasión de Iztapalapa como una tradición comunitaria que, desde el siglo XIX, reúne a habitantes de la demarcación en torno a una expresión de fe y cultura.
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Su origen se remonta a una promesa al Señor de la Cuevita, luego de que la población superó una epidemia de cólera; de manera formal, la representación se realiza de forma ininterrumpida desde 1843.
Cada año, los ocho barrios originarios de Iztapalapa —San Lucas, San Pedro, San Miguel, San Pablo, San Ignacio, San José, La Asunción y Santa Bárbara— participan en la organización, actuación, ambientación y logística del viacrucis, que convoca a miles de voluntarios y a millones de asistentes durante la Semana Santa.
De iniciativa local a reconocimiento global
La candidatura ante la UNESCO fue impulsada por el Comité Organizador de Semana Santa en Ixtapalapa A.C. (COSSIAC), la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el INAH, el Gobierno de la Ciudad de México y la alcaldía Iztapalapa.
El proceso se fue construyendo durante años: primero con su reconocimiento como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México y posteriormente con su incorporación al Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial de México.
En su evaluación, el comité de la UNESCO destacó que esta tradición, más allá de su raíz religiosa, promueve la paz, la cohesión social y el ejercicio de los derechos culturales, además de preservar artes y oficios tradicionales transmitidos entre generaciones.
También elogió el respeto al consentimiento libre, previo e informado de la comunidad y la calidad del material audiovisual que acompañó la candidatura.
Plan de salvaguardia y compromisos del Estado mexicano
La representación cuenta ahora con un Plan de Salvaguardia elaborado por el COSSIAC en coordinación con los tres niveles de gobierno, que traza acciones en materia de protección civil, seguridad pública, preservación del patrimonio histórico, difusión, sostenibilidad económica, conservación ambiental y educación.
Con este nombramiento, el Estado mexicano asume el compromiso de fortalecer las condiciones para que la Pasión de Cristo de Iztapalapa siga viva como una tradición comunitaria, al tiempo que se protege el entorno, se reconocen los saberes locales y se garantiza que las futuras generaciones continúen apropiándose de esta expresión que hoy ya es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
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