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Se negaron a morir

Juan Diego Casanova Medina

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Un bombazo del mochiteco Sebastián Valle con uno a bordo, resultó letal y puso fin en la cuarta entrada una desesperante anemia ofensiva que soportó el conjunto melenudo en los episodios previos. Ni se diga en los demás.

La explosión de júbilo, largamente contenida, se descargó al sellarse el dramático triunfo de los Leones de Yucatán por blanqueada de 2x0 sobre los Guerreros de Oaxaca, en el sexto juego de la semifinal de la Zona Sur que se disputó en el Parque Kukulcán Alamo y forzaron un séptimo y decisivo duelo que definirá al rival de los Diablos Rojos del México, en la batalla por el banderín de la división.

Una asistencia de 6,049 aficionados se angustió, mortificó, sufrió y reprochó todo lo que sucedió en el juego, estaban haciendo también su juego. Pero toda esa adrenalina que recorrió cada poro de su piel, se transformó en el bálsamosufrió una transformación placentera con el triunfo de los reyes de la selva, acompañado de un sensacional duelo de pitcheo.

El texano Jorge Reyex (1-0), quien pulió una joya en 6 entradas y dos tercios con una sólida labor de 3 jits con 5 ponches, fue el indiscutible vencedor de este juegazo cuya consigna era vencer o morir, porque no había un mañana para el campeón que sigue vivo y hoy va con todo para liquidar a los Guerreros que sin nada que perder y mucho que ganar, los puso en aprietos en la serie que hoy llega a su fin.

De nueva cuenta, el diestro abridor melenudo lució en el cerrito ofreciendo una apertura de calidad. Inició tumbando caña su hermética labor y el botón de muestra son los 10 bateadores que retiró en hilerita, tumbando guerreros en el camino.

Sólo dos bélicos le alejaron la pelota que cobijó con su guante el michoacano José Juan Aguilar, el guardián de la pradera izquierda. Del resto, la chamba fue para el cuadro de las fieras y de los tres bateadores que retiró por la vía de los strikes, un par fueron a la cuenta del cubano Yordanys Linares.

Después de sorber Linares su segundo chocolate de la noche, el equipo oaxaqueño puso en aprietos a Reyes en la cuarta entrada, al ser castigado con jits ligados del norteamericano Jay Austin y el cubano Yuniesky Betancourt, quien se ha convertido en un dolor de cabeza para el pitcheo melenudo.

En una analogía de conocida película, Betancourt es “duro de dominar” porque de los 5 jits que disparó el equipo de los Guerreros, tres fueron del antillano.

La entrada parecía que terminaría con una doble matanza pero el disparo de Everth Cabrera a la inicial llegó tarde y el cubano Henry Urrutia ancló en la inicial, con desafío de por medio que ganó el manager Sergio Omar Gastélum.

Reyes volvió a ser letal con sus disparos y dominó al “Oso Blanco” norteamericano Dustin Geiger con rodado al campo en corto para colgar la cuarta argolla.

Siguió implacable en el cerrito y 8 bateadores del conjunto bélico mordieron el polvo en otra mini cadena de retirados hasta el séptimo episodio cuando Betancourt le marcó el alto con su segundo jit del juego.

Tras retirar los dos primeros tercios, el manager de las fieras, Roberto “Chapo” Vizcarra no esperó más. Salió de la caseta y se dirigió al montículo para pedirle la pelota a Reyes ante la silbatina del público que esperaba que el abridor termine la entrada ya que mantenía su dominio sobre la tribu zapoteca.

Recibió la misma dosis después de entregarle la pelota al zurdo mochiteco Heriberto Ruelas, quien nulificó al emergente Raymundo Torres con rodado al campo en corto.

Después del partido, el “Chapo” Vizcarra no le preocupó la crítica que recibió ya que “no me importa que vengan 20 mil personas a abuchearme pero que vengan a apoyar al equipo”.

Desde el fondo del jardín izquierdo se vio la corpulenta figura del dominicano Maikel Cleto, el preparador, dirigirse al centro del diamante y la tensión creció cuando le obsequió la base por bolas a su primer enemigo en la octava entrada.

Para alivio de los aficionados, retiró a los siguientes tres bateadores pero faltaban los tres auts más importantes y se requería a Chad Gaudin para bajar la cortina en el noveno rollo.

El aut 25 fue espectacular, con hirviente chocolate a Jay Austin pero Betancourt disparó su tercer incogible del juego y llegó a la antesala con cañonazo de dos estaciones de Henry Urrutia,

Las carreras del empate estaban en los senderos y la afición se puso al borde del colapso con la base por bolas a Dustin Geiger quedando los senderos congestionados de guerreros.

Sergio Omar Gastélum le dio la oportunidad al joven obregonense Orlando Piña, quien entregó el aut 26 con elevado a la intermedia y el sinaloense Samar Leyva, con espumoso chocolate concedió el aut 27 logrando Gaudin su segundo rescate en la postemporada.

El zurdo mexicalense Irwin Delgado (0-1), el derrotado, lanzó las 8 entradas para Oaxaca sin llegar al centenar de lanzamientos.

Parecía que los Leones estaban jugando al “gato y al ratón” porque en las dos primeras entradas conectaron un par de jits y se fueron en blanco; en la siguiente, con corredores en los extremos, Delgado colgó la tercera argolla pero en el cuarto capitulo, Sebastián Valle le dio fenomenal trancazo con el que desapareció la pelota que explotó en el bullpen del conjunto melenudo.

Fue el séptimo imparable que le dieron las fieras a Delgado, quien admitió el último jit del propio Valle, completando su labor con 3 ponches.

El piloto de los Guerreros, Sergio Omar Gastélum, deja el futuro de su equipo en manos de Dios. “La voluntad de Dios nadie la va a cambiar, que Dios decida”, afirmó en la conferencia de prensa después del partido.

Por los Leones, el dominicano César Valdez y el obregonense Rudy Acosta, por los Guerreros, van por el triunfo que lleve a su respectivo equipo a la Serie de Campeonato de la Zona Sur.

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