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Resistencia y calidad de una construcción casi centenaria, nuestro lujo

Por Ele Carfelo

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Al hablar de la Plaza Mérida y de la ganadería Palomeque, no podemos dejar de mencionar, y en otra ocasión lo haremos con más detenimiento, otra historia, casi paralela, aunque un poco anterior, acerca de la ganadería, también yucateca, de Sinkeuel, así como de otra plaza de toros, anteriormente construida en Mérida, como lo fue el Circo Teatro Yucateco, historia de la que fue protagonista principal otro insigne taurino yucateco, don Rafael Peón Losa, que también trajo de España con anterioridad a Palomeque, el pie de cría español de “Murube”, fundando la ganadería Sinkeuel en la Hacienda Chunchucmil, en el municipio de Maxcanú, cuya genética inicial fue manejada por el conocedor andaluz don Antonio Pedroza, quien fue contratado después por don Fernando Palomeque, para encargarse de la cría inicial del ganado de su ganadería, con su simiente de “Parlade”.

En la columna anterior, ya habíamos mencionado que cuando las corridas que se presentaban en Mérida, en la Plaza nueva de la Reforma, aumentaron en número y frecuencia, se hizo necesario conseguir más toros, pues los de Palomeque se hicieron insuficientes, y los de Sinkeuel tenían la misma calidad, y la ventaja de la cercanía geográfica sobre las demás ganaderías bravas mexicanas, la que fue de gran ayuda para empresarios y aficionados taurinos yucatecos. Y terminamos nuestro comentario acerca de Sinkeuel, mencionando que al morir don Rafael Peón Losa, la ganadería pasó a manos de sus hijas, doña Cristina y doña Bertha Peón Arana, pasando la dirección técnica de la vacada a manos de don Juan Castillo, quien había absorbido las enseñanzas del español Pedroza, y cuando la familia Peón decidió deshacerse de la ganadería, ésta pasó a propiedad del señor Castillo, cuyo hijo, don Juan Castillo González, es el propietario actual.

Los destinos de la Plaza Mérida están en manos de don Jorge Ponce Palomeque, nieto de don Fernando, e hijo de doña Pía Venecia, y es quien se encarga de la administración, del mantenimiento, de la toma de decisiones en el funcionamiento y el futuro de nuestra Plaza, cuya labor aplaudimos y deseamos continúe manejándola con el mismo amor a la fiesta, como sus antecesores.

“Joyas del recuerdo” se encuentran en los muros del patio de cuadrillas de la Plaza en forma de placas conmemorativas, que han sido patrocinadas por diferentes grupos taurinos y develadas por sus protagonistas. Por mencionar algunas, recordamos las que conmemoran los indultos de los toros “Poeta”, de Piedras Negras, y de “Rosito”, de Atenco, por faena de Manuel Capetillo. La de “Morito”, de Moreno Reyes Hermanos, indultado por Manolo Martínez, los toros “Guapito” y “Lunero”, ambos de Sinkeuel, e indultados por David Silveti. “Secretario”, de Santin, indultado por Marcos Ortega. “Pirullin”, de La Laguna, indultado por Curro Leal. “Cocacolero”, de Los Martinez, indultado por Jesús Solórzano. “Dispuesto”, de Peñuelas, le cortó las orejas y el rabo Paco Camino. Entre todas las placas, resalta la primera que se colocó, la de la inauguración de la Plaza, por Luis Freg y “Armillita”, el 27 de enero de 1929.

Es motivo de orgullo y satisfacción, en la historia de nuestra Plaza, la calidad y la asombrosa resistencia de su construcción original, que indiscutiblemente es una obra de Ingeniería. Propios y extraños no dejan de emitir elogios acerca de un inmueble construido hace noventa años, que soporta el peso de seis mil personas en los días de “lleno”, y que tiene una estructura sustentante, que es una arquería de mampostería de piedra, cal y cemento, arquería hecha con la técnica de bóveda catalana, sin trabes, con acerco de refuerzo, y que fue aumentada de capacidad en los años sesenta, cuando brillantemente el magnífico Ingeniero don Mario Duarte Carrillo prácticamente le asentó encima una corona de concreto tipo hormigón comprimido, con cinco filas de gradas, sin necesidad de modificar la cimentación ni la estructura de arquería de mampostería. ¡Otro motivo de orgullo!

¡Y nuestro inmueble taurino sigue viviendo y vibrando!

elecarfelo@hotmail.com

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