Marta Núñez Sarmiento*
Interrumpo la placidez con que escribo mis artículos en Metodología de los “por qué” para demostrar desde la investigación-acción participativa qué poco originales son las élites del poder de EE. UU. cuando intentan justificar sus intervenciones “de todo tipo” en países como Venezuela y Cuba. Hoy les extraigo partes de mi artículo “US Proposals for an Unwanted Transition in Cuba. A Critique”, publicado en la revista Latin American Perspectives en 2014, donde analicé los contenidos de tres documentos elaborados en EE. UU. entre 2004 y 2009 que justificaban una intervención en Cuba bajo el pretexto de procurar una “transición hacia la democracia”. Estos fueron los “Informes al Presidente de los Estados Unidos”, elaborados y publicados en 2004 y 2006, respectivamente, por las dos Comisiones para Ayuda a una Cuba Libre (CACL) que designó el presidente George W. Bush1. También seleccioné los documentos publicados dentro del proyecto “US Policy Toward Cuba in Transition”, de la Brookings Institution entre 2008 y 2009.2 Incluyo las referencias bibliográficas para legitimar las citas.
Con este estudio culminé mi estancia como profesora invitada en el David Rockefeller Center for Latin American Studies (DRCLAS) de la Universidad de Harvard en 2010.
Hoy solo traigo algunas partes referidas al documento del 2006 por su similitud con las declaraciones y documentos con los que EE. UU. trata de justificar ahora su intervención inmediata en Venezuela. Son los fragmentos de mi artículo, donde demuestro que la CACL no solo omitió las realidades económicas cubanas, sino que transfirió los esquemas que EE. UU. había aplicado en otros países, como fue el caso de Irak, donde generaron el caos y fueron incapaces de resolverlo. En mi análisis de contenido, aprecié similitudes entre los textos del Informe de 2006 y varios de los documentos de la “Asistencia Humanitaria a Irak”, emitidos por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
Por ejemplo, el boletín de prensa del 18 de marzo de 2003 “Planificación de la Usaid para una Respuesta Humanitaria a Irak” (“US Planning Iraq Humanitarian Response”)3 decía que las áreas en las que la Usaid contaba con experiencia y responsabilidad para proceder a una asistencia humanitaria incluían “salud y medicinas”, “suministros para albergues”, “agua e higienización”, “personas desplazadas internamente”, “alimento y nutrición”, e “infraestructura para una asistencia humanitaria”. El capítulo 2 del Informe al Presidente de EE. UU. de 2006 titulado “Ayudando a los cubanos a responder a las necesidades humanitarias y sociales críticas”, reprodujo cuatro de las “áreas” mencionadas por la Usaid: “agua e higienización”, “salud y nutrición”, “seguridad alimentaria” y “albergues y suministros”. El capítulo 4 de este informe “Ayudando a los cubanos a crear oportunidades basadas en el Mercado” incluyó una sección sobre “infraestructura”.
El informe elaborado por la CACL de 2006 describía a Cuba como una zona devastada y solo formuló recomendaciones inmediatas para restaurar las condiciones de vida básicas. Tenía las características de un plan de emergencia para restaurar aceleradamente la infraestructura requerida para la nueva economía de libre mercado y para proceder a organizar las elecciones.
En el caso de “Agua e higienización”, la Usaid para Irak y el Informe de 2006 para Cuba utilizan las mismas estructuras de lenguaje cuando describen las deficiencias en el suministro de agua y en su potabilización; la carencia de plantas para el tratamiento de aguas albañales en las capitales (Bagdad y La Habana), y los sistemas de alcantarillado inoperantes. Las recomendaciones también son similares: suministrar cloro y otros productos para el saneamiento del agua; asistir con camiones para hacer llegar el agua a la población más necesitada; asistir para construir nuevos pozos.4 En el caso de Irak hay muchas recomendaciones para reconstruir sistemas de acueductos y alcantarillados, lo que puede deberse a un menor desarrollo en este aspecto de la capital de Irak y/o al alcance de la destrucción por la guerra.5 En el caso de Cuba se plantea trabajar con el Gobierno de transición para mejorar el funcionamiento de las redes de los acueductos y de los alcantarillados. La única medida a largo plazo para Cuba es ampliar, solo en un futuro, estas redes.
El epígrafe referido a la salud en el Informe de 2006 repite los conceptos con los cuales describe la situación desastrosa existente en Irak. Así, los dos documentos enfatizan las acciones que emprenderá el gobierno de EE. UU. para proveer atención básica de salud con el fin de prevenir y tratar “enfermedades asesinas, como la diarrea, las enfermedades respiratorias agudas y la prevención de la recurrencia del sarampión”.6 El Informe de la CACL de 2006 y el de la Usaid para Irak hablan de emprender campañas para inmunizar a los niños menores de cinco años. El léxico es prácticamente idéntico, solo que en el caso de Cuba se “suaviza” el proceder en la inmunización: el Informe de la CACL de 2004 decía que vacunarían a todos los niños menores de cinco años, como si esto no fuera algo cotidiano en Cuba, mientras que en el Informe de 2006 se emplea la frase “continuar las inmunizaciones de rutina de todos los niños y comenzar la de aquellos que nunca (han sido vacunados)”.7 Las recomendaciones en materia de nutrición, que se concentran en dar suplementos nutricionales en las escuelas, son también similares a las que aparecen en el documento de la Usaid para Irak. Lo mismo sucede en una de las principales medidas para el saneamiento, esto es, la que contempla proveer kits para asegurar que los suministros de sangre estén libres de sida. En el informe elaborado por la CACL de 2006, todas las recomendaciones contenidas en este epígrafe “[…] son esenciales para que una población saludable apoye al Gobierno Cubano de Transición en garantizar la libertad política, las oportunidades económicas y las elecciones justas”.8
Ignoraron las verdaderas condiciones de salud cubanas y, por tanto, sus sugerencias resultaron desacertadas.
Otro argumento para demostrar las condiciones de “emergencia” con que la CACL de 2006 vislumbraba las necesidades cubanas es el epígrafe de “Albergues”. El Informe de 2006 solo hizo recomendaciones provisionales, para reubicar a los más necesitados de vivienda en “albergues” o “refugios”, con la asistencia de la agencia de la ONU para refugiados. Refería: “El gobierno de EU puede sustentar su apoyo proveyendo ‘albergues’ seguros, adecuados, habitables y resistentes a los riesgos a personas identificadas como vulnerables”.9 Por su parte, el documento de la Usaid para Irak incluía bajo el término de proveer “albergues y suministros”: “Responder a las necesidades de las poblaciones vulnerables que requieran albergues de emergencia, proveyéndoles sábanas o láminas plásticas y tiendas de campaña” para lo cual expedirían financiamiento a la ONU y a las ONG.10
¡Cuán diferente resultan las medidas que el Gobierno cubano está implementando hoy día después que el terrible tornado del 27 de enero devastó zonas de La Habana! POR ESTO! las ha publicado ampliamente.
La forma en que trataron la asistencia a los aeropuertos en Cuba e Irak fue muy parecida. Usaid decía que el aeropuerto de Bagdad, construido en 1985, resultó inoperable en 2003, debido a la falta de reparaciones y al saqueo continuado. No mencionó las afectaciones por el bloqueo prolongado impuesto por EE. UU. antes de esa fecha y los bombardeos recientes de ese país. Refirió la urgencia de reconstruirlo para comunicar a Irak con la comunidad internacional.11 Los aeropuertos cubanos, según el Informe de 2006, requerían ser modernizados para que funcionaran con seguridad, tanto en sus instalaciones físicas como en los sistemas de tráfico aéreo. Pero a diferencia del documento para Irak, que acudió al motivo de restablecer los vínculos entre este país y la comunidad internacional, la modernización de los aeropuertos y de los sistemas de tráfico aéreos cubanos tenían el fin de servir de base al inmediato incremento que se produciría, durante la transición, en las comunicaciones entre Cuba y Estados Unidos. No hubo referencias manifiestas a vincular a Cuba con la comunidad internacional.12 Cuando este informe de 2006 se publicó, Cuba había reconstruido todos sus aeropuertos y había construidos otros nuevos para responder al número creciente de turistas que llegaban a la Isla. Esto no lo consideraron.
Este informe también planteó que “Las disposiciones vigentes para las comunicaciones en el tráfico aéreo, así como el sistema de comunicaciones entre Cuba y Estados Unidos es insuficiente para los niveles actuales de tráfico aéreo y resultarán totalmente inadecuados para ajustarse al crecimiento previsto de este tipo de tráfico en las condiciones de emergencia que surjan con la instauración del Gobierno Cubano de Transición”.13 El transporte aéreo entre EE. UU. y Cuba sufrió por causa de las medidas sugeridas en el Informe de 2004 al presidente pero, sin embargo, en 2006 se producían vuelos diarios entre La Habana y Miami.
Por tanto, las acciones para solucionar las necesidades críticas en Cuba fueron, en primer lugar, acciones de emergencia similares a las que concibieron para reconstruir Irak. Además, el documento no explicaba cómo procederían a implementarlas a largo plazo. En segundo lugar, su propósito altamente politizado consistía en asegurarse que la población acudiría a votar en las elecciones que organizaría el Gobierno Cubano de Transición y para que apoyaran todas las medidas para crear una economía de mercado. En tercer lugar, el Informe de la CACL de 2006 describió la situación existente en Cuba como autárquica, sobreviviendo en un total aislamiento. No consideró que los cubanos habían desarrollado habilidades para negociar con sus contrapartes económicas y comerciales bajo las condiciones impuestas por el embargo de Estados Unidos y por la crisis interna que aún sufrían.
En mi próximo trabajo continuaré explicando cómo emplear la investigación-acción participativa sin la rabia con la que redacté el presente.
Notas
1 Commission for Assistance to a Free Cuba, Report to the President, May, 2004. Colin L. Powell, Secretary of State, Chairman. Cuando el presidente Bush creó esta comisión en octubre de 2003 designó como su copresidente al cubanoamericano Mel Martínez, quien fungía como secretario de Vivienda y que dejó este cargo para aspirar a un escaño en el Senado. También incluí el documento Commission for Assistance to a Free Cuba, Report to the President, June 2006. Condolezza Rice, Secretary of State; Chair, Carlos Gutierrez; Secretary of Commerce, Co-Chair. http://online.wsj.com/public/resources/documento/cubareport0707.pdf
2 “US Policy toward a Cuba in Transition. Simulation”. The Brookings Institution, Washington, February 7, 2008. “Understanding Cuba´s Leadership”, The Brookings Institution, Washington, March 4, 2008. “Toward a Cohesive Cuban Civil Society”, University of Miami, April 16, 2008. Sección “Cuba and the United States: Rethinking a Troubled Relationship”, en Rethinking US-Latin American Relations. A Hemispheric Partnership for a Turbulent World, Report of the Partnership for the Americas Commission. The Brookings Institution, November 2008. “US Policy toward a Cuba in Transition, Roadmap for a Critical and Constructive Engagement”, The Brookings Institution, February 27, 2009. Vicky Huddleston and Carlos Pascual:“Use ‘Smart Power’ to Help Cubans”, The Miami Herald, February 24, 2009. “Cuba: A New Policy of Critical and Constructive Engagement”, Report of the Brookings Project on US Policy toward a Cuba in Transition, April, 2009. Asimismo, consulté el texto “2008 Cuba/US Transition Poll. Institute for Public Opinion”, Florida International University, December, 2008.The Brookings Institution, The Cuba Study Group.
3 Usaid, March 18, 2003. “USAID Planning Iraq Humanitarian Response”, www.globalsecurity.org/wmd/library/news/iraq/2003/iraq
4 Commission for Assistance to a Free Cuba. 2006, p. 38.
5 Usaid, ob. cit, March 18, 2003,
6 Ver Commission for Assistance to a Free Cuba, 2006, ob. cit., p. 38, y Usaid Assistance for Iraq, Health, June 29, 2006, http://www.USAID.gov./accomplishments/health.html
7 Commission for Assistance to a Free Cuba, Report to the President, June 2006, ob. cit., p. 38.
8 Ibídem, p. 41.
9 Ibídem, p. 45.
10 http://www.USAID.gov./accomplishments/health.html
11 http://www.USAID.gov./assistance for Iraq/infrastructure. html, June 21, 2006.
12 Commission for Assistance to a Free Cuba, 2006, ob. cit., p. 72.
13 Ibídem, p. 70.