TOKIO, Japón, 19 de noviembre (EFE/AFP/REUTERS).- El máximo directivo de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, Carlos Ghosn, fue detenido hoy en Tokio por supuestas irregularidades fiscales que también conllevarán, de momento, su cese como presidente del grupo automovilístico nipón.
La Fiscalía de Tokio confirmó la detención de Ghosn. Según un comunicado, el empresario, de 64 años, “conspiró para minimizar su retribución en cinco ocasiones, entre junio de 2011 y junio de 2015”.
Ghosn ha sido objeto de una investigación de la fiscalía de Tokio después de que su propia empresa condujera una investigación interna y detectara dichas irregularidades y “malas conductas” por parte del ejecutivo franco-brasileño, según informó el grupo nipón en un comunicado y una rueda de prensa posterior.
El empresario, de 64 años, está considerado como uno de los más influyentes del sector del motor y ha liderado durante años la lista de los directivos mejor pagados de Japón, desde que en 2005 asumió las riendas de la alianza Renault-Nissan.
Su detención se ha llevado a cabo después de que las autoridades observaran una posible vulneración de la normativa de instrumentos financieros y llevaran a cabo una redada en la sede de la empresa en Yokohama (sur de Tokio), según dijeron fuentes del caso a la agencia local Kyodo.
Ghosn habría dejado de declarar al regulador bursátil de Tokio un total de 5.000 millones de yenes (38,7 millones de euros) de sus ingresos durante los últimos cinco años, según detallaron las mismas fuentes.
Estos son hechos “que no puede tolerar la compañía”, afirmó el CEO o máximo ejecutivo de Nissan Motor, Hiroto Saikawa, al comparecer ante los periodistas durante hora y media para dar explicaciones de los hechos.
Las denuncias afectan tanto a Ghosn como a Greg Kelly (otro alto ejecutivo del grupo). El consejo de administración de Nissan se reunirá este jueves para decidir el cese de ambos, informó Saikawa en su rueda de prensa.
Una y otra vez, el CEO de Nissan se excusó de dar detalles sobre las denuncias, pero confirmó que las supuestas irregularidades se prolongaron por “mucho tiempo” y se conocieron gracias a delaciones internas que se transmitieron a la fiscalía de Tokio.
De momento, la suerte de Ghosn al frente de Nissan está prácticamente decidida ya, pero aún deben revisar estos hechos los consejos de administración de Renault y de Mitsubishi, los otros dos pilares de esta alianza del sector de motor forjada en 1999.
Saikawa descartó que estos hechos vayan a impactar en esta alianza, pero se hizo eco de los riesgos que representa la “concentración de poder” que había acaparado Ghosn, que también ocupaba las presidencias de Renault y Mitsubishi.
“Algunas cosas tienen que corregirse, como la concentración de poder en una persona”, insistió el CEO de Nissan.
Nissan pagó a Ghosn en el pasado ejercicio fiscal 1,098 millones de yenes (8,52 millones de euros), lo que supone un salario récord en la empresa, según las cuentas anuales anunciadas en la junta de accionistas de la compañía.