WASHINGTON, EE.UU., 2 de noviembre (AFP).- El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó este viernes ser optimista sobre la posibilidad de que la guerra comercial con China termine con un “muy buen acuerdo”.
“Creo que haremos un muy buen acuerdo con China”, dijo a periodistas en la Casa Blanca. “Estamos mucho más cerca de hacer algo”, agregó, antes de abordar un helicóptero para participar en un nuevo acto de campaña en Virginia Occidental.
El presidente republicano evaluó además que se había logrado “mucho progreso” en la espinosa relación bilateral con Pekín, sin dar más detalles.
Los mercados reaccionaron positivamente a publicaciones que indicaban que las partes se acercaban a un acuerdo que evitaría que Washington acumule aún más aranceles contra las importaciones chinas.
Las bolsas asiáticas celebraron más temprano los dichos de Trump sobre la reanudación del diálogo con su par chino, Xi Jinping, y después de que se difundiera que el mandatario había pedido a altos funcionarios que redactaran un borrador para un acuerdo.
La información surge días después de que Trump amenazara con imponer aranceles a todos los embarques desde China.
Una publicación de Bloomberg News, citando fuentes anónimas, indicó que el presidente estadounidense había puesto a varias agencias a trabajar para escribir un acuerdo comercial que permita terminar con las asperezas con China.
La bolsa de Hong Kong trepó a su mejor marca desde diciembre de 2011.
China exige “pruebas”
a EE.UU.
China exigió el viernes en un mensaje desafiante “mostrar sus pruebas” a Estados Unidos, que acusa a Pekín de estar implicado en un caso de espionaje económico a un fabricante estadounidense de semiconductores.
La justicia estadounidense acusó el jueves a una compañía controlada por el gobierno chino así como a una empresa taiwanesa y a tres ciudadanos taiwaneses de haber intentado robar secretos industriales a Micron Technology.
“Como este caso y otros casos recientes demostraron el espionaje económico chino contra Estados Unidos aumenta, y aumenta rápidamente”, afirmó el fiscal general estadounidense, Jeff Sessions.
Micron, con sede en Idaho (noroeste), es el cuarto fabricante mundial de semiconductores con un segmento del mercado de entre 20 y 25% de la industria DRAM (chips de memoria dinámica), “una tecnología que los chinos no poseían hasta recientemente”, precisó Sessions, que evalúa el daño en 8.750 millones de dólares.
“Si Estados Unidos está realmente preocupado, debería presentar pruebas tangibles”, declaró en rueda de prensa Lu Kang, un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, durante una conferencia de prensa habitual.