BUENOS AIRES, Argentina, 30 de noviembre (AFP/REUTERS/AP/EFE).- El presidente Donald Trump impuso su sello a la cumbre del G20, que se celebra en Buenos Aires en un ambiente de tensión, entre otras circunstancias, por el conflicto entre Rusia y Ucrania y las amenazas “guerra comercial” entre Estados Unidos y China, que puede impactar al mundo entero.
Nada hace pensar que habrá un consenso en el foro que reúne hasta este sábado a las 20 economías más potentes y emergentes del planeta y que tiene entre sus principales invitados, además de Trump, al presidente ruso, Vladimir Putin, al chino, Xi
Jinping, y al príncipe heredero saudita Mohamed bin Salmán, a quien tanto el estadounidense como el ruso, le estrecharon la mano.
Putin mostró su espíritu combativo al denunciar las “prácticas viciosas” de las “sanciones unilaterales” y del proteccionismo comercial, luego de que Trump anulara la cita que ambos habían fijado.
El presidente ruso está listo para continuar un diálogo con Trump, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
“Fuera Trump”
Decenas de miles de argentinos se manifestaron en una Buenos Aires semidesierta y bajo un inédito dispositivo de seguridad que limitó al mínimo el servicio de transporte público.
Con grandes pancartas que dicen “Fuera Trump” y “Fuera el FMI”, los manifestantes recorrieron pacíficamente la céntrica avenida 9 de julio, cuyas calles adyacentes fueron bloqueadas con vallas metálicas custodiadas por unos 2,500 agentes y guardias de infantería.
Se trata de un estricto recorrido pautado con las autoridades hasta el Congreso de la Nación.
“Vinimos a manifestar, a repudiar a los representantes de las potencias imperialistas y queremos hacerles saber que no son bienvenidos en nuestro país”, dijo a la AFP Florencia di Llelo.
Debido a la cumbre, este viernes fue declarado feriado. También se suspendió el servicio de metro y de trenes que sirven principalmente a la periferia de Buenos Aires.
A la cabeza del cortejo que ocupó seis cuadras de la avenida 9 de Julio, la más ancha de Buenos Aires, avanzaron líderes de organismos de defensa de los derechos humanos. La mayoría de los manifestantes acudieron organizados, principalmente por partidos de izquierda y movimientos antiglobalización.
Trump y Xi
La reunión del sábado entre Trump y su homólogo chino fue el punto con el que culminó el primer día del G20 que se celebra en América del Sur.
El mandatario estadounidense dijo ver “buenas señales” en las relaciones comerciales entre ambos países.
Pero también se mostró reticente a un acuerdo en las últimas horas.
“Creo que estamos muy cerca de hacer algo con China pero no sé si quiero hacerlo”, dijo Trump antes de iniciar su viaje.
Al exigir que Pekín ponga fin a prácticas comerciales, Trump impuso aranceles que alcanzaron 300,000 millones de dólares, incluyendo 250,000 millones de dólares sobre productos chinos, y afectaron a importaciones de acero y aluminio de otros países.
Y China no tardó en reaccionar con medidas recíprocas, lo que ha avivado la “guerra comercial” que los analistas temen pueda golpear la economía mundial.
La próxima batería de aumentos está prevista para el primero de enero, cuando los aranceles de Estados Unidos a importaciones chinas por unos 200,000 millones de dólares podrían subir de 10% a 25% si los dos gigantes no llegan a un acuerdo.
Trump reiteró su interés en mantener una segunda cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, pero acordó con los líderes de Corea del Sur y de Japón mantenerse firmes en la aplicación de las sanciones mientras Pyongyang no avance en la desnuclearización.
Controversia rusa
Apenas antes de dejar Washington, Trump canceló su cita prevista en Argentina con su par ruso debido al conflicto con Ucrania.
Las tensiones entre Kiev y Moscú alcanzaron su punto álgido estos días luego de que Rusia apresó tres navíos militares ucranianos frente a las costas de Crimea. A continuación, el presidente ucraniano Petro Poroshenko alertó contra “la amenaza de una guerra total” con Rusia.
La anulación del encuentro ocurre en medio de la controversia en EE.UU. por nuevas revelaciones en la investigación sobre una presunta injerencia de Rusia en la campaña presidencial estadounidense de 2016.
El presidente estadounidense reiteró su inocencia en relación a un acuerdo inmobiliario con Moscú que ha formado parte de la investigación. “Caza de brujas”, tuiteó.
La polémica está al rojo vivo luego de que su exabogado Michael Cohen se declarara culpable de mentir al Congreso sobre ese negocio de bienes raíces para limitar la pesquisa sobre la injerencia rusa en la campaña electoral.
Trump deberá también medir fuerzas con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien pretende incluir en los primeros puntos de la agenda del G20 el calentamiento global, antes de la conferencia climática COP24 del 2 de diciembre en Polonia.
Pero el presidente estadounidense, quien no se cansa de poner en duda el cambio climático, retiró a su país de los acuerdos ambientales de París en junio de 2017, poco después de llegar a la Casa Blanca.
En ese contexto, será difícil que este G20 cumpla la promesa que hizo en su primera cumbre diez años atrás: el multilateralismo para asegurar la “prosperidad” en el mundo.
Las conversaciones entre EE.UU. y otros países del G20 para consensuar un documento final giraban el viernes en torno a los delicados asuntos del comercio y la sustentabilidad climática, mientras varios conflictos bilaterales acaparaban la atención en la cita internacional.
China y Francia reafirmaron en Buenos Aires su compromiso en la lucha contra el cambio climático y la defensa de la biodiversidad, a poco del inicio de la 24 Conferencia del Cambio Climático de Naciones Unidas (COP24), que se celebrará desde el lunes en la ciudad polaca de Katowice.
Al igual que el mandatario francés, Emmanuel Macron, el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, defendió el multilateralismo al considerar que es la única vía posible para solucionar los retos globales.
Reclamos de AMLAT
El presidente chileno, Sebastián Piñera, abogó hoy en la cumbre por terminar con las “guerras comerciales” y fortalecer la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En rueda de prensa, el mandatario chileno dijo que el mundo necesita un “comercio libre y abierto” que permita “recuperar la capacidad de crecer y de crear trabajos”.
Consultado sobre las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, Piñera comentó que espera “buenas noticias en ese frente”.
“Espero que las conversaciones entre Estados Unidos y China permitan hoy día, mañana o lo antes posible una buena noticia para el mundo, que es que se pongan de acuerdo en terminar con la guerra comercial y la guerra tarifaria, resolver las diferencias y volver por el camino del libre comercio”, afirmó.
Organizaciones sociales y políticas trasladaron hoy la Cumbre de los Pueblos en oposición al G20 a la plaza de los Dos Congresos de Buenos Aires, donde, entre pancartas y actividades lúdicas, instalaron un llamativo globo con forma de bebé que representa al presidente estadounidense.