( The Washington Pos).- La última falla en un mal funcionamiento de Washington convenció al ingeniero aeroespacial de la NASA, Edward Amatucci, de omitir un rito familiar muy querido: el fin de semana, después de que el cierre del gobierno entró en vigor, el especialista en telescopios con licencia de 54 años derribó la bandera estadounidense que normalmente vuela afuera su casa de Maryland.
“Todavía me siento orgulloso de mi país, pero estoy muy decepcionado con el Congreso. Mi única manera de objetar en silencio es derribar la bandera estadounidense ", dijo Amatucci, quien vive de cheque en cheque de sueldo para ayudar a su esposa y sus tres hijos mayores. "América no está junta ahora. Hemos perdido nuestro camino. ¿Es Trump? No lo sé. Es un símbolo de lo que está pasando ".
El lunes, los líderes políticos no hicieron ningún avance hacia un compromiso que podría hacer que Amatucci y otros empleados federales regresaran al trabajo y encontrar una resolución sobre la propuesta del Presidente Trump de un muro a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos que podría costar cerca de $ 5 mil millones. Con cerca del 25 por ciento del gobierno federal cerrado, los legisladores abandonaron la ciudad para Navidad y no se esperaba que volvieran a trabajar hasta el jueves como muy pronto. Pero Trump se quedó, renunciando a su reducto de Mar-a-Lago en el sur de Florida. En cambio, el presidente pasó su lunes en la Casa Blanca, tuiteando incesantemente.
"Estoy completamente solo (pobre de mí) en la Casa Blanca esperando que los demócratas regresen y hagan un trato sobre la desesperadamente necesaria seguridad de la frontera" , escribió en Twitter poco antes del mediodía del lunes. Luego, afirmó que la negativa de los opositores a financiar un muro “costará a nuestro país más dinero que el Muro Fronterizo del que todos estamos hablando. ¡Loco!"
En la madrugada, se jactó en Twitter de que "acaba de entregar un contrato de 115 millas de largo", para construir parte del muro en Texas.
La líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata de California) y el líder de la minoría del Senado, Charles E. Schumer (DN.Y.), reprendieron al presidente por el momento en que se produjo el cierre y alegaron que su principal prioridad no era el pueblo estadounidense sino todo otro grupo demográfico.
"Es la víspera de Navidad y el presidente Trump está hundiendo al país en el caos", dijeron en una declaración conjunta. "En lugar de aportar certidumbre a la vida de las personas, continúa con el Trump Shutdown solo para complacer a los anfitriones de la radio y la televisión de derecha".
Pocos verán señales de que el estancamiento sobre la financiación del muro fronterizo de Trump terminará pronto. La legislación aprobada por los republicanos de la Cámara de Representantes la semana pasada que ofrece $ 5.7 mil millones no puede ser aprobada por el Senado. Pelosi, el probable orador de la Cámara entrante, y Schumer han estado resueltos contra el financiamiento del muro que Trump ha exigido, en lugar de eso, han ofrecido $ 1.3 mil millones para medidas de seguridad fronteriza.
Para la administración Trump, el punto muerto es solo un capítulo más caótico de los últimos días del año, que culmina con la peor semana para el promedio industrial Dow Jones en una década y la renuncia del Secretario de Defensa Jim Mattis.
El cierre parcial del gobierno impacta de manera más poderosa las vidas de los trabajadores de bajos salarios, particularmente aquellos que limpian y aseguran museos y otros edificios gigantescos de Washington vistos con frecuencia en películas o postales. Pero también afecta a las personas que viven en áreas metropolitanas en el sudeste hasta el noroeste del Pacífico.
"Es una época costosa del año", dijo.
Ella tampoco puede ahorrar dinero al mantener a sus hijos fuera de la guardería, dijo, porque acaba de pagar el mes y, si los saca, perderán sus cupos.
También le preocupa que cuando se reabra el gobierno, ella y sus colegas en el departamento de madera se verán abrumados. Recortes recientes significaban que la oficina ya estaba “luchando por mantenerse al día. Cuando regresemos, vamos a tener un gran atraso y más estrés al tratar de hacer todo ".
Lenny Bernstein y Jenna Portnoy contribuyeron a este informe.