CIUDAD DEL VATICANO, 3 de diciembre (EFE).- El Papa Francisco abogó hoy por “líderes con una anueva mentalidad” para construir la paz, en el discurso que pronunció al recibir a los miembros de la Asociación “Rondine - Ciudadela de la Paz”, con motivo del vigésimo año de fundación.
“Sirven líderes con una nueva mentalidad. Los que no saben dialogar y enfrentarse entre sí no son líderes de paz. Un líder que no trata de encontrarse con el enemigo, sentarse con él a la mesa no puede guiar a su pueblo a la paz”, afirmó.
En su discurso, el Papa instó a que se unan todos “los esfuerzos para que la guerra se elimine definitivamente del planeta y la historia de la humanidad, y nazcan líderes capaces de salir del engaño del enemigo”.
Francisco aseguró que la pobreza y las guerras “están vinculadas en un círculo vicioso que mata a las personas, alimenta el sufrimiento indecible y propaga un odio que no se detiene”.
Durante el acto, un joven palestino y una joven israelí leyeron un llamamiento enviado a las Naciones Unidas para que pidan a los gobiernos que “transfieran el coste de las armas en el presupuesto de Defensa al presupuesto de Educación para formar líderes de paz”.
Una idea que el Papa calificó de “brillante” y agregó: “¿Cómo se puede estar en desacuerdo? Os doy todo mi apoyo, mi simpatía, mi bendición”.
Francisco también insistió en que “la paz es responsabilidad de cada uno” y que “con los esfuerzos de todos debemos eliminar definitivamente la guerra del planeta y la historia de la humanidad”.
Con Abás
Francisco recibió hoy en audiencia al presidente palestino, Mahmud Abás, a quien instó a trabajar para la reconciliación de todo el pueblo palestino y en reactivar el proceso de paz con Israel, informó el Vaticano.
En una nota de la Santa Sede se explicó que durante la reunión se abordó además la necesidad de “un empeño de la Comunidad internacional para que se puedan alcanzar las legitimas aspiraciones de ambos pueblos”.
Durante los cerca 20 minutos de reunión privada también se habló del estatus de Jerusalén y de la “importancia de reconocer y preservar la identidad y el valor universal de la Ciudad Santa para las tres religiones abrahámicas”.
Asimismo se repasaron otros conflictos que afligen Oriente Medio y se trató “de la contribución de las comunidades religiosas para combatir cualquier forma de extremismo y fundamentalismo”.
Durante la audiencia, Abás regaló al papa una pintura que representaba la “vieja ciudad de Jerusalén” y un libro sobre las relaciones entre el Vaticano y Tierra Santa.
Mientras que Francisco correspondió con un medallón que representa la basílica de San Pedro en 1600, su encíclica “Laudato si” y el último mensaje para la Jornada de la Paz.
“He querido firmarlo con la fecha de hoy. Recemos por la paz en esta Navidad”, dijo Francisco entregando el documento.