MYRTLE BEACH, Estados Unidos, 13 de septiembre (AFP/EFE).- El huracán “Florence” que se degradó a categoría 2, comenzó a azotar este jueves la costa este de Estados Unidos con vientos de 155 km/h y lluvias diluvianas, que según los pronósticos podrían causar inundaciones catastróficas.
“Sólo porque la velocidad del viento bajó, la intensidad de la tormenta bajó a dos, por favor no bajen la guardia”, advirtió Brock Long, director federal de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
Según el parte, el ojo de “Florence” se ubicaba 160 km al este-sureste de Wilmington, en Carolina del Norte, y ralentizó su desplazamiento rumbo a la costa a 7 km/h. Se estima que podría tocar tierra el viernes.
“El huracán #Florence va a desacelerarse a medida que se acerque a la costa y avance por tierra. Esto va a provocar inundaciones extremadamente peligrosas”, dijo el organismo de emergencias.
Cerca de la línea costera los vientos ya se hacían notar este jueves y la localidad de Myrtle Beach, en Carolina del Sur, estaba prácticamente desierta. “Yo me sentía bien hasta que me desperté esta mañana y vi que era una ciudad desierta”, contó un residente de 40 años que dijo que se refugiaría en Charlotte, tierra adentro.
A las 14h00 hora local (18H00 GMT), “Florence” todavía estaba sobre el océano a uno 230 kilómetros al este-sureste de Wilmington, en Carolina del Norte, avanzando hacia el noreste con una velocidad de 17 kilómetros por hora, dijo el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Según Steve Goldstein de la Oficina Nacional de la Administración Oceánica y Atmosférica dijo que la velocidad de Florence había disminuido durante la noche por lo que no se esperaba que tocara tierra en los estados de Carolina del Norte y del Sur, al menos en otras “36 horas”.
“En algún momento del viernes en la tarde, del viernes por la noche o del sábado”, dijo Goldstein.
“El tiempo se acaba”
A medida que la tormenta se acercaba, el presidente estadounidense Donald Trump y las autoridades estatales y locales instaron a los residentes que se encuentran en la trayectoria del huracán a que evacuaran sus casas.
“Estamos completamente listos para el huracán “Florence”, a medida que la tormenta se vuelve más grande y más potente. ¡Sean cautelosos!”, escribió Trump en un tuít.
Los llamados a tener cuidado con la tormenta llegaron hasta el espacio, y desde la Estación Espacial Internacional el astronauta alemán Alexander Gerst tuiteó fotos de la gigantesca tormenta y escribió: “¡Cuidado, Estados Unidos!”.
El NHC reiteró que Florence sigue creando “una situación potencialmente fatal” debido a los riesgos de que la tormenta tome fuerza cerca de las zonas costeras.
Las órdenes de evacuación alcanzan a unas 1,7 millones de personas en Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia, muchas de las cuales prepararon sus casas y los negocios para la llegada de la tormenta y emprendieron el camino el miércoles para refugiarse de los embates del viento.
“La marejada de la tormenta es mortal. Cualquiera que esté en la zona de evacuación en las Carolinas y en Virginia tiene que salir AHORA si ya no lo han hecho”, advirtió la FEMA. “El tiempo se acaba”, reiteró.
Se estima que cuando la tormenta toque tierra en Carolina del Norte y del Sur el jueves por la noche o en las primeras horas del viernes, las lluvias sumarán casi un metro.
Cinco estados declararon estado de emergencia: Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia, Maryland y Virgina, además de la capital Washington.
“Es imperativo que todos sigan las órdenes locales de evacuación”, señaló Trump, que publicó más temprano en Twitter un video instando a la gente a “no jugar” con este huracán.
Hasta tres millones sin electricidad
“Mañana puede ser demasiado tarde. No esperen a último minuto”, advirtió Brenda Bethune, alcaldesa de Myrtle Beach.
“Florence” va a ser “como un directo de Mike Tyson en la costa de las Carolinas”, dijo el funcionario de la FEMA Jeff Byard, que advirtió también sobre los cortes de energía, el cierre de las rutas, los daños de la infraestructura y los riesgos para las personas.
Duke Energy, una empresa eléctrica presente en las dos Carolinas, estimó que entre uno y tres millones de clientes se van a quedar sin electricidad por la tormenta y que podrían tardar hasta una semana en restaurar el servicio.
“El tema realmente es el tamaño total de la tormenta”, dijo Ken Graham, director del Centro Nacional de Huracanes. “Entre más grande y lenta sea una tormenta, mayor la amenaza y el impacto. Y eso es lo que tenemos”.
Hacia las 5 p.m., el centro de Florence se ubicaba a 160 kilómetros (100 millas) al sureste de Wilmington, pero su velocidad se redujo a 7 km/h (5 mph). Los vientos huracanados se extienden a 130 kilómetros (80 millas) de su vórtice, y los vientos con fuerza de tormenta tropical se perciben a 315 kilómetros (195 millas).
El huracán es visto como una importante prueba para la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus iniciales en inglés), que fue criticada fuertemente después de la falta de preparación y respuesta lenta tras el paso del huracán María por Puerto Rico el año pasado.
Mientras Florence se aproximaba, el presidente Donald Trump tuiteó que los equipos de emergencia de la FEMA estaban “listos y abastecidos” y rechazó la cifra oficial de que casi 3.000 personas murieron en Puerto Rico a causa de María, afirmando que el número es un complot demócrata para hacerlo quedar mal.
El cierre de escuelas y negocios se extendió hasta Georgia y las aerolíneas han cancelado alrededor de 1.200 vuelos hasta el momento, mientras que casi todas las poblaciones costeras de las Carolinas fueron evacuadas.
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