MOSCU, Rusia, 6 de enero (EFE).- Rusia y EE. UU. han comenzado el año con nuevas tensiones a raíz de las recientes detenciones en Rusia de Paul Whelan, acusado de espionaje, y del ruso Dmitri Makárenko en las Islas Marinas del Norte, Estado libre asociado en el Pacífico, por conspirar para exportar ilegalmente material de defensa.
Whelan, un infante de marina retirado, y Makárenko fueron detenidos con un solo día de diferencia, el 28 y 29 de diciembre, respectivamente, por el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, antiguo KGB) y el FBI.
El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, pidió este sábado explicaciones a EE. UU. por la detención de Makárenko a su llegada al aeropuerto de Saipán, en las islas Marinas del Norte, cerca de la isla de Guam y situado en el mar de Filipinas.
Se le imputan varios cargos por conspirar para exportar material de defensa sin licencia, incluidos dispositivos militares de visión nocturna y de imagen térmica, y de lavado de dinero, según documentos judiciales publicados por la prensa estadounidense.
Por su parte, Whelan, que tiene además de la ciudadanía estadounidense la canadiense, británica e irlandesa, ha sido acusado de espionaje, un delito que se castiga en Rusia con hasta 20 años de prisión.
Según medios rusos, Whelan estaba recabando información sobre empleados de los servicios secretos de Rusia.
La familia del estadounidense asegura que Whelan estaba en Rusia para asistir a la boda de un amigo y ha iniciado una campaña en EE. UU. para conseguir la liberación del exinfante de marina.
A mediados de diciembre, en su rueda de prensa anual Putin negó que Moscú vaya a tomar represalias contra Washington según el principio de “ojo por ojo, diente por diente” por la detención de ciudadanos rusos en EE. UU. bajo acusaciones de espionaje.
En julio de 2018 fue detenida en EE. UU. por presunto espionaje la ciudadana rusa María Bútina, que se declaró el mes pasado culpable del delito de conspirar contra EE. UU., lo que le puede acarrear una condena de hasta 5 años de prisión.
Tras el arresto del estadounidense, algunos políticos rusos sugirieron la posibilidad de su intercambio por Bútina,
El viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, dijo el sábado que por ahora no hay “ningún motivo” para plantear la posibilidad de un canje.