Síguenos

Internacional

Arremetida contra la prensa independiente

Por Zheger Hay Harb

La nota colombiana

La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) creó la Liga Contra el Silencio, que publicó el informe En las Entrañas de una Bodeguita Uribista, que puso al descubierto el funcionamiento de un grupo virtual que actúa coordinadamente con el objetivo de “gestar estrategias en redes sociales para divulgar contenidos en contra de medios, periodistas y opositores”, dando como justificación: “No queremos más especulaciones de los medios qué (sic), de cierta manera, son los responsables de la polarización que hoy vive Colombia”.

En esta Liga, que no tiene militancia política, participan las más importantes revistas culturales del país, medios críticos de prensa, radio y televisión y organizaciones independientes dedicadas al análisis político. Cuentan con el apoyo de FOS (Fondo sueco-noruego para la cooperación con la sociedad civil colombiana), el Reino de los Países Bajos, Forum SYD (plataforma para la sociedad civil) y Broederlijk Delen (organización belga de cooperación).

A ese tipo de grupos virtuales dedicados a sacar del camino a sus opositores se les denomina bodegas y la que se acaba de descubrir es conocida como bodeguita uribista. Es una organización cohesionada, que participa de una ideología de derecha y pretende defender al ex presidente Alvaro Uribe y su gobierno atacando con calumnias e información tendenciosa a sus opositores. El diminutivo no obedece al cariño sino a la ironía.

Varios de los hashtag (etiquetas) de esta bodega son: #nolecreoaSánchezCristo, #nolecreoaDanielCoronell y #nolecreoaNoticiasUno. El primero es el director de un noticiero (La W) de muy amplia audiencia, que está muy lejos de ser de izquierda pero que tampoco puede tildarse de uribista cerrado, aunque para este gobierno y los seguidores del ex presidente el simple hecho de criticar alguna de sus actuaciones o pedir aclaración sobre algún hecho ya merece el anatema y el bloqueo y hacen lo posible por acabarlo. No lo han logrado porque tiene respaldos económicos y políticos importantes pero la campaña busca restarle credibilidad.

En cuanto a Daniel Coronell, de quien me he referido en este espacio en varias ocasiones, tal vez el periodista más leído del país, ha sido víctima permanente de estas redes de calumnias por sus denuncias de connivencia de funcionarios del Estado, todos uribistas, con criminales, lo cual lo ha llevado al exilio.

En el caso de Noticias Uno, un noticiero independiente, lograron que se le retirara la pauta y casi logran estrangularlo. Miles de sus fieles seguidores hicieron aportes voluntarios que permitieron su continuidad ahora desde un canal no comercial. A este noticiero le debemos, entre muchos otros, el descubrimiento de manejos turbios de Uribe y sus abogados en el proceso que le sigue la Corte Suprema de Justicia por manipulación de testigos, así como un documentado informe sobre el extraño suicidio del contralor de un contrato de Odebrecht, el mayor caso de corrupción del país en el que las irregularidades llegan hasta el hombre más rico de Colombia y su antiguo apoderado el ex fiscal general de la Nación que por ello se vio obligado a renunciar. (Aunque él hizo ver que la razón fue su indignación porque no se extraditó al ex FARC Jesús Santrich).

En esta bodega participa también el consejero para las comunicaciones de la Presidencia de la República, quien ya antes se había tenido que renunciar porque precisamente estos medios de comunicación, sus víctimas actuales, descubrieron su participación en una reunión de tuiteros uribistas que armaron la campaña de desprestigio contra la W Radio de Sánchez Cristo. Ahora fue reenganchado sin mucha publicidad pero un periodista de El Espectador descubrió y denunció esa contratación espuria.

Denuncia Coronell que este sujeto actúa en coordinación con un señor condenado en Estados Unidos por uso de tarjetas de crédito falsas, de quien se ha comprobado que ha tenido comunicación con el ex presidente Alvaro Uribe, quien ha replicado desde su cuenta de twitter los infundios del consejero contra sus opositores.

También hace parte de esta bodega la cónsul de Colombia en Orlando (Florida), una twittera rabiosa cuyo nombramiento generó un escándalo porque no cuenta con ningún diploma de estudios, pero tiene el mérito para el gobierno de ser muy activa en esta bodega difundiendo falsedades. “Su cuenta de Twitter se convirtió en una de las trincheras uribistas más conocidas de la red. Y no descansará, según ella, hasta que el uribismo… extirpe lo que ella considera “una plaga comunista”, según las2orillas, uno de los medios considerados enemigos por el gobierno.

Dice la periodista Cecilia Orozco que la cónsul integra un oscuro “grupo G14”, de twiteros incondicionales del ex presidente Uribe encargados de atacar permanentemente y siguiendo una agenda establecida a quienes consideran sus enemigos. Ese nombre cifrado infunde temor porque recuerda el denominado G3, utilizado por el DAS (inteligencia del Estado) durante la presidencia de Uribe para espionaje ilícito y amenazas a periodistas, magistrados y opositores. Dos días después de su nombramiento, la cónsul creó un grupo de Whatsapp que denominó Twiteros TOP o influenciadores y nombró como segundo administrador del “chat”, al alto consejero presidencial Víctor Muñoz, el sancionado y luego resucitado funcionario gracias a su militancia uribista.

La Liga Contra el Silencio reveló que el asesor del ex presidente Uribe en su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) en el Senado y su jefe de prensa en el Congreso también forman parte de esta arremetida.

Esta guerra sucia contra medios de comunicación y periodistas críticos en un país donde la polarización política tantas veces ha llevado al exterminio de aquel a quien catalogan como enemigo no entraña un peligro cualquiera. Además de la aniquilación del comunicador y el medio crítico, la mordaza que buscan imponer es un ataque al corazón del acuerdo de paz que es el derecho de las víctimas a conocer la verdad. Un derecho que nos cobija a todos.

Siguiente noticia

Guatemala limitará trabajo de ONGs