VIENA, Austria, 22 de junio (AFP/EFE).- Estados Unidos y Rusia reanudaron este lunes en Viena las negociaciones sobre el control de armas nucleares, un diálogo amenazado desde el principio por la insistencia de Washington de incluir a China, idea que Pekín rechaza.
El presidente estadounidense, Donald Trump, presiona para que Pekín participe en un futuro acuerdo que sustituiría al tratado bilateral New START, concluido en 2010 y que expira el 5 de febrero de 2021.
Pero China rechaza participar en negociaciones tripartitas, por lo que el lunes las pláticas comenzaron a puerta cerrada en presencia solo de las delegaciones rusa y estadounidense en un palacio de la capital austriaca.
El embajador Marshall Billingslea, representante del presidente estadounidense para Asuntos de Desarme, y el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Riabkov, lideran las discusiones que deberían prolongarse hasta el martes y sobre las que los expertos vaticinan un fracaso.
“El gobierno de Trump no tiene planes de extender el New START en este momento y busca utilizar el desinterés de China en las negociaciones trilaterales como una excusa cínica” para abandonar el tratado, dijo a Daryl Kimball, director de la organización independiente estadounidense Arms Control Association.
El primer encuentro finalizó en torno a las 19:00 hora local (17:00 GMT) tras unas diez horas, según un mensaje en Twitter del embajador ruso ante la ONU en Viena, Mikhail Ulianov, quien anunció además “comentarios oficiales” para más adelante.
El emisario estadounidense anunció un encuentro con la prensa este martes.
Desarme progresivo
El New START o START III (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas), que se inscribe en el marco del desarme progresivo previsto por el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP, por sus siglas en inglés) de 1968, limita el número de lanzadores misiles nucleares estratégicos a 700 y el número de ojivas nucleares a 1,550.
Rusia y Estados Unidos aún poseen más del 90 por ciento de las armas nucleares del mundo, según el último informe del Instituto Internacional de Investigación de Paz de Estocolmo (SIPRI).
Washington tiene en 2020 unas 5,800 ojivas nucleares y Moscú unas 6,375, al tiempo que China dispone de 320, Francia 290 y el Reino Unido 215, según el instituto sueco.
Rusia dijo que estaba preparada a prolongar el tratado New START, cuya desaparición sería un nuevo hito en la reanudación de la carrera armamentista.
“No prolongar (New START) sería un gran paso atrás”, advirtió el lunes Beatrice Fihn, de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés), grupo que ganó el Premio Nobel de la Paz en 2017.
Donald Trump retiró a Estados Unidos de tres acuerdos internacionales de desarme: el acuerdo nuclear iraní, el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF, por sus siglas en inglés) y el Tratado de Cielos Abiertos sobre verificación de movimientos militares y limitación de armas.
Para Shannon Kile, experta del SIPRI, dijo que “la era de los acuerdos bilaterales de control de armas nucleares entre Rusia y Estados Unidos puede estar llegando a su fin”.
Ausencia de China
Poco antes de comenzar la reunión, Billingslea publicó un mensaje en Twitter criticando la ausencia de China en el encuentro de Viena.
“Pekín aún se esconde detrás de su Gran Muro de los Secretos acerca de su fuerte acumulación nuclear, y tantas otras cosas. Nosotros vamos a proceder con Rusia, a pesar de todo”, decía el tuit, acompañado por un foto de cuatro banderitas chinas en la mesa de negociaciones en Viena.
El director general de desarme en el Ministerio de Exteriores de China, Fu Cong, respondió por Twitter hablando de una “extraña escena”, ya que Billingslea había colocado las banderas chinas “sin el consentimiento de China”.
“Suerte con la extensión del Nuevo START! Me pregunto cuán bajo se puede caer”, concluyó el mensaje de Fu en tono irónico.
Washington exige la presencia de China en Viena con el argumento de que Pekín está aumentando considerablemente su arsenal atómico.
El Gobierno chino, por su parte, ha rechazado acudir a la capital austriaca, alegando que la cantidad de sus armas atómicas es muy inferior a la de Rusia y Estados Unidos.
En declaraciones que publica hoy diario conservador “Washington Times”, Billingslea no descarta que se pueda extender el acuerdo con Rusia, aunque exige para ello incluir a China.