Estados Unidos intensificó su ofensiva militar contra el grupo Estado Islámico (EI) en Siria tras el ataque que cobró la vida de dos soldados estadounidenses y un intérprete civil en las inmediaciones de Palmira.
De acuerdo con información oficial del Pentágono y de organizaciones de monitoreo en la región, los bombardeos dejaron al menos cinco presuntos yihadistas muertos, entre ellos el líder de una célula operativa.
Bombardeos a gran escala en el centro y este de Siria
El Comando Central de Estados Unidos (Centcom) informó que las fuerzas estadounidenses atacaron más de 70 objetivos en distintas zonas del centro de Siria, utilizando aviones de combate, helicópteros de ataque y artillería.
En la operación se emplearon más de 100 municiones de precisión, dirigidas contra infraestructura, depósitos de armas y posiciones estratégicas del EI.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Reino Unido, los ataques más letales se concentraron en la provincia de Deir Ezzor, donde fue neutralizada una célula responsable de operar drones.
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También se reportaron bombardeos en Homs y Raqa, regiones donde el grupo extremista mantiene presencia activa pese a haber perdido el control territorial que tuvo años atrás.
Respuesta directa al ataque en Palmira
El presidente Donald Trump calificó la ofensiva como una “represalia muy seria”, al señalar que se trató de una respuesta directa al ataque perpetrado en Palmira, donde murieron William Howard, Edgar Torres Tovar y el intérprete Ayad Mansoor Sakat.
El atentado, ocurrido en un sitio arqueológico, fue atribuido a un elemento de las fuerzas de seguridad sirias con presuntos vínculos extremistas, lo que generó tensión para el gobierno de Damasco.
Desde el ataque, Centcom aseguró que fuerzas estadounidenses y aliadas han realizado 10 operaciones adicionales en Siria e Irak, con un saldo de 23 presuntos terroristas muertos o detenidos.
Contexto regional y presencia militar de EU
Jordania confirmó su respaldo a la operación, al subrayar la necesidad de impedir que grupos extremistas utilicen el sur de Siria como plataforma para atentados que amenacen a la región.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores sirio reiteró su compromiso de combatir al EI y evitar que tenga refugios seguros en su territorio.
Aunque el Estado Islámico fue derrotado territorialmente, mantiene células activas en zonas desérticas de Siria. Actualmente, Estados Unidos conserva tropas en el noreste del país, bajo control kurdo, y en la base de Al Tanf, cerca de la frontera con Jordania, en el marco de la Operación Inherent Resolve.
La ofensiva refuerza el mensaje de Washington de que responderá con fuerza a cualquier ataque contra su personal, aun en medio del debate interno sobre la reducción de su presencia militar en Siria.
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